martes, 12 de mayo de 2015

No puedo culparte...

No puedo culparte por creerme tus palabras, tus promesas de cambios que jamás van a ocurrir. No puedo enfadarme contigo por no ser como quiero que seas, o desear que te conviertas en quien dices que vas a ser. No quiero hundirme en un vaso de agua pero ese vaso me parece el océano más oscuro, el pozo más lleno de fango, en el que he estado jamás.
No puedo reprimir el llanto de ver la cruda realidad, de darme cuenta que nada era gratuito, que todo lo regalado venia con una cláusula en letra diminuta que no me paré a leer. Es que siempre nos pasa igual, cuando vienes de lo malo, lo regular te parece bien y lo bueno increíble, y no le buscas el revés a las cosas y mucho menos te da por pensar que no te puede tocar a ti alguna vez la buena suerte.
No puedo culparte por vivir engañada, tú eres como eres y siempre has sido así.  La ilusa he sido yo, por pensar , por creer tu cuento chino escrito en japones.
No puedo enfadarme contigo  por dejarme ilusionar  con una vida mejor y una conexión de presente y futuro. No puedo continuar creyendo que habrá un mañana cuando no sé  su hay un hoy y un ahora.
No puedo cargarte con el peso de que todo lo que pasa es culpa tuya, ya que aquí la única culpable soy yo, por no querer ver lo evidente , por preferir soñar a pisar el suelo con todo el pie, a ambiciona algo mejor y no quedarme quieta. La única culpable soy yo, por no hacerle caso a mi yo interior que siempre me decía que me parase, sopesase y decidiera.
No puedo culparte, aunque algunas veces lo hago....

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