No ocurre lo mismo con los encuentros intelectuales, conversaciones que te dejan con ganas de más, diálogos que cuando terminan deseas que de detenga el tiempo y poder seguir de charla un buen rato más.
No os pasado que un día conocéis, coincidis con alguien que en un primer momento no hubieseis pensado en tener nada en común con esa persona. Os parece la otra cara de la moneda, todo lo opuesto a ti. Y sin embargo, una chispa, una conexión, y todo lo que creías que era antagónico, es lo más similar, todo lleno de cosas en común, ideas parecidas y pensares similares. Aunque no hubiese esa misma onda, el placer de conversar con alguien , que te entienda , que comprenda tu manera de pensar.
Comprender en muchos casos, no es tener la misma opinión. Entender no el mismo pensar, ni el mismo proceder. Lo bueno de una buena conversación, es eso , poder tener puntos de vista diferentes y sin embargo el diálogo ser fluido.
Pues a mi, me ha pasado, he conocido a personas, y como podéis ver no diferencio entre hombres y mujeres, es que ser buen conversador no es exclusivo de ningún género, y tampoco que ambos sean de distinto sexo.
Nunca os habéis topado con alguien, por casualidad, y empezar a "arreglar el mundo", y pasar por hablar de libros, cine o lo que tercie, y sin darse cuenta el tiempo correr sin detenerse y cuando te percata es hora de poner fin. No sabes si vas a volver a coincidir, si el destino os volverá a cruzar, pero cada uno sigue su camino. Has pasado un buen rato, unos momentos agradables que no esperabas. Y te vas con una sonrisa puesta.
Según pasan las horas, te quedas con una sensación agridulce, te supo a poco, querrías más, y no hablamos de físico, sino mental. Y te arrepientes de no haber intercambiado móvil, Red social, o una pista para seguir debatiendo de lo humano y lo divino.
Y es que a veces un encuentro breve puede ser más intenso que muchos largos y aburridos. Y es que algunas personas me han dejado con ganas de más. ..a ti no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario