Los días pasaban con una tranquilidad pasmosa. No le sobresaltada el teléfono, y las ganas de verlo no habían disminuido, simplemente eran diferentes. Maria estaba convencida que esta vez sería diferente, nada con todas las demás, y después de tanto tiempo ya tocaba ponerse cara tú a tú, y olor y de paso quitarse la careta.
Su vida continuaba un poco hacia adelante , pero necesitaba aclarar aquella historia, los sentimientos despertados y ahora encontrados con un muro que no sabia ni derribar , ni bordear.
Un día, hablando , de las miles de veces que hablaban el le dijo que ya tenía fechas,que cuando le iba bien a ella. Miró agenda y le confirmo el penúltimo fin de semana del mes que empezaba. El le pareció una idea genial. Así que ahora solo faltaba ponerse en marcha, y le tocaba a el.
El quería saber su esta vez tendría compañía o viajaría sola. Maria no supo que contestar, pues ni ella lo sabía.
Pasaron los días y las semanas, y llegó la hora de ponerse en marcha. Meter las ilusiones en la maleta, las mejores galas en la piel y las ideas despejadas. En esta ocasión no pidió compañía, ni tan siquiera contó que le iría a ver, ya que sus amigas le habían aconsejado que era un fantasma, un mentiroso de los sentimientos y que estaba jugando con ella.
Maria no podía creer lo, y no porque las pruebas no apuntas en hacia ahí, sino porque aceptar eso implicaba admitir que la había engañado descaradamente y no se había dado cuenta.
Se metió en el coche y condujo las horas que le separaban de destino casi sin detenerse, quería llegar y habían salido al mismo tiempo, con lo que la hora de llegada sería similar.
El viaje fue corto, o así le pareció, aparcó buscó el sitio que él le había descrito, mitad del pueblo, plaza al lado de la iglesia. El lugar era precioso. Se sentó en un banco y esperó. Una hora, hora y media, hora y cuarenta, dos..... Decidió llamar. Apagado o fuera de cobertura. Volvió a marcar, rechazó de llamada. Por último un mensaje... " contratiempo, hoy no puedo ir "
Maria miraba a su alrededor, esperando que fuese una broma y apareciese en cualquier momento.
Volvió a marcar , nada. Contestame!!!, escribió.
Nada. No insistió más. Maria se dio un garbo por el pueblo,buscando despejarse. Se subió al coche y siguió la marcha.
Estaba excesivamente tranquila, por fin había visto la luz. Puso el teléfono en silencio y disfrutó del placer de conducir. Cuando paró a tomar algo en la área de descanso, comprobó que su teléfono echaba humo. Unos cuantos mensajes, llamadas y todo de el. Maria respondió .. No te preocupes, estoy bien. Mañana será otro día y ya hablaremos.
Volvió a subirse al coche , faltaba poco para su destino. Cuando el letrero anunciaba que solo quedaban cinco kilómetros, paró el coche. Rebusco en su maleta, se cambió, arregló el pelo y un poco su rostro, por último una sonrisa y para el coche de nuevo.
Condujo tranquila aunque no conocía la zona. Preguntó a la primera persona, y sorpresa iba bien. Aparcó y esperó. La espera fue corta, alguien se acercaba por al calle, Maria le clavó la mirada y él ni se percató, iba hablando por teléfono y en otro mundo. Entro el portal y Maria le siguió con la mirada. Al rato picó el timbre. Si?? Un paquete para. .. Abrió.
Maria subió. Al abrir el la miró y palidece, Maria sonrió. Hola. No me invitas a pasar?
Era la primera vez que ella iba por delante. El estaba descolocado. Maria como si nada. Hablaron, ella sin reproches, para que?. El la invitó a quedarse a dormir. Se quedó, le analizó, puso cara , piel , olor y rostro a un fantasma que no era más, que un hombre solo.
Al amanecer él la buscó, Maria ya no estaba, y encima de la mesa una nota.
" Te has perdido conocerme , no sabes cuanto te lo agradezco . Te deseo lo mejor. No me llames"
Maria había recuperado la sonrisa y su vida. Empezaba otra historia.......
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