lunes, 19 de septiembre de 2022

Vivir

 Nos pasamos la vida decidiendo, intentando hacer lo correcto... Nadie va pensando en fastidiar al otro. Muchos me pensarán que estoy loca  que hay gente muy mala en el mundo y que sueñan con hacer daño. 

Pues bien, creo que esa teoría es errónea, porque si fuese así, esa gente viviría en un mundo oscuro y un desánimo constante. 

Lo que creí es que las personas, cada vez buscan su propio beneficio sin pensar en las consecuencias de sus diferentes actos. No vislumbran a largo plazo elemento de su comportamiento  ni los cadáveres a su paso. Ellos y ellas están convencidos en las buenas que son sus acciones, como para pensar ni por un segundo que hacen algo malo.

Dicho todo esto, me he cansado de hacer lo correcto  de ponerme constantemente en los zapatos ajenos, de pensar si ofendo, si no digo lo correcto. 

Así que después de mucho discutir con mi yo interior, he  decido  simplemente vivir. 



martes, 7 de junio de 2022

Maria y Bruno

 Después de muchos años, entré en la iglesia que en otra época había pisado más que el parque. Me senté y fui observando aquellas caras ajadas por el tiempo, que con una tranquilidad pasmosa iban ocupando sus asientos. 

Y delante de mi, estaba ella, Maria, con su peli rubio, recogido en una simple coleta ,al lado de Bruno. 

El sentado, mirada perdida y cuerpo ausente. Estaba sin estar. Ella lo miraba con ojos de resignación y atendía cualquier plegaria del pensamiento de él.  

Los observaba desde el banco de atrás,  y rememoraba antaño, cuando el era un hombre esbelto, un tanto prepotente y un bebedor empedernido. Y verlo así  casi indefenso, sereno y sin gesto aparente, me hizo pensar en lo cambiante que era todo. 

Ella sin embargo, seguía igual, paciente, cuidandolo antes y ahora , como si fuese su cruz y su destino. 

Los volvía a mirar y recordaba quienes habían sido, quien era yo en aquel entonces, en quienes se habían convertido y en quien había evolucionado yo.  

Sonreí son más  y dejé que el murmullo de las beatas rezando me envolviese durante el resto del oficio. 


viernes, 28 de enero de 2022

Mascarilla

 Llevamos tanto tiempo con la mascarilla que ya nos olvidamos de algunas caras  de algunos rasgos de las personas que antes nos eran más que conocidas. 

Digo esto porque a mi me ha pasado de quedar con alguna amiga e ir a comer, y cuando se quita la mascarilla, el primer momento es de sorpresa, pues ya no me.acordaba de su cara al completo.

A lo mejor esto solo me pasa a mi que soy un tanto rarita. 

Otra cosa de la mascarilla es que disimula nuestras expresiones.  Algunas personas hablan con los ojos y aunque lleven puesta la mascarilla, les notas las intenciones e ideas a través de su mirada. 

Sin embargo hay otras personas,  que son la imposibilidad personalizada. A esas, a veces me dan ganas de bajársela para ver su cara debajo. 

No sé lo que pasará, si en un futuro lejano o más bien cercano dejaremos de usarla. En ese sentido tengo sentimientos encontrados , pero ese es otro tema al que ya dedicaré unas líneas en otra ocasión. 

Lo cierto es que soy muy expresiva, y la mascarilla me ha salvado en más d euna ocasión de tener algún contratiempo con más de una persona. No sé  si me acostumbraré a no expresarme instintivamente con mi cara. Lo cierto,  es que el ser humano nos adaptamos más rápido de lo creemos. 

Mascarilla con o sin ella, no dejemos de ser nosotros mismos.  


lunes, 24 de enero de 2022

Sin decir adios

Hace unos días me vienes a la memoria. Al principio era solo al pasar cerca del que ha sido o es tu trabajo.
Las sensaciones se han mezclado con recuerdos agridulces. Por un lado, me he preguntado que sería de tu vida, a que dedicas tu tiempo libre, y por otro, he pensado, ni me importa ni me interesa.
Después de que el tiempo y la distancia emocional, ha hecho su trabajo, es mas fácil acercarse a la ventana del pasado y verlo con ojos de vejez juvenil.
Me costó entender el comportamiento irracional y caprichoso. El exceso de sabiduría fingida, la absoluta verdad de la mentira de uno mismo, y el reproche para con los demás que no era capaz de hacerte a ti misma, me hace pensar que lo mejor es que desaparecieras sin dejar rastro.
 Y cuando digo lo del rastro, me refiero a que ni siquiera hubo una discusión, un mal rollo, una diferencia de opinión... Porque tu no eres de esas personas, que si se equivocan rectifican, eres más de que los que se equivocan son los otros, y si eso ya se arrepentirán ellos.
Recuerdo nítidamente la primera vez que te tuve enfrente. Me pareciste prepotente y con grandes carencias. Pero en esa época no me dejaba guiar por mi intuición, y las impresiones me las guardaba esperando equivocarme. 
Así que te di y me di, la oportunidad de conocernos. Fue una etapa buena, o eso me creí como una ilusa, mientras te pegabas a mi como una ladilla silenciosa. Me creí tu imaginativa sinceridad, haciendome estar disponible cada vez que me necesitabas. Absorbías mi tiempo, me aislabas de otras amistades y yo me dejaba, pensando que encontrara esa alma gemela. 
Ilusa y torpe, hasta que asomaste tu verdadera cara y mi torpeza desapareció para ver con claridad que mi primera intuición era mas acertada de lo que jamás me hubiese gustado.
No te gusta tener rivales, e intentas apagar a quien brilla con luz propia, olvidándote de brillar con la tuya sin fundir la bombilla de nadie. 
Alardeabas de grandes amistades, y la soledad era tu inseparable compañera, pues todos tenían defectos y no sabían estar a la altura.
y que decir del amor, eso ya es una historia aparte. Quejarte de que no encontrabas o que eras muy exigente, esa era tu letanía constante. y el problema no eran ellos, eras y eres tú. 
Espero y deseo que todo te vaya bonito,  tan bonito que no vuelvas a traer la nube gris cerca de mi.
gracias por irte sin decir Adios.