lunes, 30 de mayo de 2016

Sueños

Dormimos y Soñamos,  aunque al despertar no recordemos más que habernos acostado. 
Otras veces despertamos con la sensación de vivir una vida paralela, a la que fuimos transportados en el momento del sueño. 
Es de esos días,  en el que al abrir los ojos he recordado parte de esa historia vida mientras dormía.  Era real,con sensaciones reales, caras reales... en un sueño irreal. 
Todo ello me ha hecho pensar. La gente que mi mente, mi inconsciente ha traído al sueño, hacía tiempo que no la veía,  que no compartía con ella más que pensamientos en la distancia. 
Tal vez, se acerque el día en que tenga que ponerle frente, deba decirle más de una cosa, pero ya carece de importancia. Todo tiene un momento y un lugar.
Hoy me deserrado recordando,  recordando el sueño vivido mientras dormía,  recordando que quien se aleja,  hay que dejarle ir y no seguir soñando. 

sábado, 28 de mayo de 2016

Querida.... cumpleaños. Cartas por escribir

Querida
En unos días será tu cumpleaños. No sé si lo celebrarás o por el contrario será un día más.  
Lo cierto es que me hubiese gustado tomarme una caña contigo, y habla como lo hacíamos antalo,  pero nada volverá a ser igual. 
Intento recordar, cual fue el punto de inflexión de nuestra rotura. En que momento nos distanciamos?  Cuando hubo un fin  del comienzo del adiós? 
Podría seguir haciéndome preguntas qu no sabría cómo responder. 
Me hubiera gustado plante arte más de una custion y que sin dobleces, dijeras tus posturas.  
Con el paso del tiempo y con perspectiva miro hacia atrás y observo los recuerdos. No creo que no me quisieras, tampoco que no fuese amistad, pero tu eterna competitividad para conmigo te ha hecho alejarte y que me alejase. 
En un día como hoy, siento pena de que las cosas tomasen cierto rumbo.  Deseo que hayas encontrado tu camino y que la felicidad forme parte de tu vida. 
Ojalá algún día. .. ojalá.  Mientras tanto caminaremos por sendas separadas.  
Cuidate. 

viernes, 27 de mayo de 2016

Explicaciones

Explicaciones. .. para que? Gastas saliva en exponer tus argumentos. Paso a paso, que sean fácilmente entendíbles y no lo logras. 
En un primer momento,  te convences de que no sabes explicarte, que tu manera de hacerlo no consigue transmitir con claridad el mensaje. 
De nuevo, lo intentas. Buscas una manera diferente.  La misma idea con otras palabras,otro tono, otro ejemplo. Y el mismo resultado. 
Y aún después del fracaso inicial,  lo vuelves a intentar. Buscas que te entiendan, que se pongan en tu piel. Y lo único que logras es apatía y desinterés. No importa lo que cuentes, ni tu posición, no interesa la empatia.  
Demasiadas explicaciones,  para oídos llenos de cerumen. Demasiadas palabras al aire sin receptor a la escucha. 
A veces creo que debiera existir una aplicación para que cuando alguien desconecte de una conversación,  discusión y demas, saltase una voz en on... el individuo esta fuera de cobertura o comunicando con la neurona despistada de su cabeza.  Sorpresas mayúsculas nos llevaríamos más de una vez. 
Así que, para que explicarme? No gasto mi tiempo ni mis esfuerzos en que no quiere oír.  Y cuando dejas de dar las explicaciones y puntos de vista, es cuando quieren oírlos,  pero lo siento.... estoy fuera de cobertura y comunicando con mi yo interior, que ese no contesta pero si me escucha. 

jueves, 26 de mayo de 2016

Relato. Primer encuentro... visión de él



Desde que me he subido al coche, no dejo de pensar en verla…

¿Cómo será su olor mezclado con el mío?

¿Cómo serán las marcas de mis manos en su piel?

¿Cómo será oír sus susurros, sus gemidos?

¿Cómo será tenerla?

Sonrío y voy calculando cada uno de mis actos, sus posibles reacciones, intentando neutralizar cada uno de los miedos que me atenazan…

¿Y si no acude?

¿Y si realmente no despierto su chispa?

¿Y si no quiere seguir?

¿Y si somos agua y aceite?

¿Y si no logro conquistarla?

¡Qué más da! Esta vez, voy a verla.

Voy recorriendo los kilómetros, pensando únicamente en sorprenderla, acorralarla y derribarla, sin piedad, ni compasión…he de sorprenderla para que no tenga opción a salir indemne, esta vez no.

Las primeras notas de piano justo antes de ese portento de voz, hacen que mis pensamientos obsesivos se diluyan en un sabor dulce, casi empalagoso; los gorgoritos de Adele, me dan una clarividencia que apabulla.

Ya sé cómo voy a sorprenderla. (Sonrío)

Me relajo en mi asiento y espero impaciente la primera área de servicio, mientras escucho una y otra vez el Some Like You; a los pocos kilómetros, cojo los auriculares, el móvil, el paquete de Marlboro y mis más perversos pensamientos para avivarlos con un cortado con la leche templada (por favor).

Empecemos:

“Te espero en el restaurante Nova a las 22:00 horas” (Sonrío)

Mientras recorro los 200 Km restantes hasta tu ciudad, sin dejar de escuchar a Adele y para contra restar la sonrisa de bobo que tengo tatuada, repaso cada detalle de lo planeado para que no se me escape absolutamente nada, aunque…me doy cuenta de que cíclicamente, siento la necesidad de piel, TU piel.

Me desnudo con toda la parsimonia del mundo y cambio mi actitud en un décima segundo, alimentando mi ego con los primeros acordes de una guitarra carabanchelera rasgada y esa voz tan particular del Drogas que sale a tropel desde el altavoz de mi Iphone

Y es que la piel llama a la piel y no se equivoca
Y es que después del atardecer solo quiero tu boca
Y mi sangre se vuelve cristal, que se quiebra como una copa, cuando siente tan cerca tu aliento y tu cuerpo sin ropa

La ducha del hotel, no me relaja, las sensaciones me desbordan y solo soy capaz de respirar con una forzada pausa para no dejarme vencer por el nerviosismo;  me siento en el suelo de la ducha y cierro los ojos aunque no puedo evitar adelantar acontecimientos y no dejo de verte desde el otro lado de la calle, con esa sonrisa sincera, abierta, nerviosa, pizpireta…y eso me parte en dos, me desarma, me hace temblar; me repito una y otra vez, debes controlarte, debes controlarte…

Preparo la ropa que voy a ponerme con inusual pulcritud y recojo de manera intolerablemente solícita la habitación como si fuese la antesala de un campo de batalla…y si…sonrío.

La bocanada de aire, me devuelve a la realidad y calma mis ansias; recorro las pocas calles que separan mi hotel del restaurante, calculando la hora, para llegar antes que tu; recuerdo el restaurante, pero no sé desde qué punto puedo verte llegar sin que me veas…observo las diferentes posibilidades y me sitúo a unos 75 metros de la entrada, desde allí, no podrás verme, pero yo a ti sí…

Esos 15 minutos que faltan para que llegues, me están matando; desactivo el modo avión y recibo tu aviso de llamada, algo que ya tenía previsto que sucediese y además, sé que pagaré cara mi osadía al bloquear el móvil para que no pudieras oír tan siquiera mi voz tras un mensaje tan impactante. Veremos que tortura me tienes preparada…


Te veo a lo lejos, tal y como he repetido en mi mente, tan solo, un millón de veces, decidida, coqueta, con esa sonrisa tan tuya, tan mía…escribo en el móvil Te vas a quedar en la puerta o vas a entrar? Veo los dos “check´s” y observo como me buscas, sabiendo de antemano que estoy allí, pero sin saber dónde…vuelvo a escribir Pide dos vinos...Enciendo un cigarrillo mientras veo cómo te sientas en la barra y pides dos vinos al camarero, intuyo hasta la mirada de resignación que le lanzas al camarero por saberte sola y pidiendo dos vinos. (Sonrío)

Apuro el cigarrillo, cojo fuerzas y controlo mis nervios, me dirijo hacia a ti, por fin…entro en el local y sin detenerme ni un segundo, me siento a tu lado como una exhalación, seguro, erguido y con esa sonrisa de niño malo que tanto te gusta, mirándote directamente a los ojos.

“¿Nos tomamos los dos vinos aquí o nos vamos a la mesa? No lo has probado aún…” Aprovecho la sorpresa de la pregunta y la desnudez que busca mi mirada en ti, para observarte de arriba abajo y dejar que tu olor me haga perder la cabeza por completo; sin duda alguna, mi sonrisa me descubre y ambos sabemos que se cierne una verdadera tragedia… ¿Empezamos?

Te doy mi mano para acompañarte a la mesa…sí, por primera vez, nuestras manos…aprieto fuerte y respiro hondo…desfilamos por entre las mesas, sin que ninguno de los dos note que va dando pasos, flotamos…

Para tu sorpresa, no me siento enfrente de ti, me siento a tu lado, sí, el camarero nos mira raro y ¿Qué? Esto solo ha hecho más que empezar…

Cojo la carta y pido por los dos, mientras te resumo el viaje relámpago a tu ciudad, para verte a ti. Solo a ti.

Doy un sorbo al vino y me doy cuenta que, hablemos de lo que hablemos, han desaparecido todos y cada uno de los comensales, los camareros, incluso las mesas…no hay nada, excepto tú y yo…y eso, no pienso desaprovecharlo…miro tus piernas y no me puedo reprimir, acaricio tu muslo derecho, con suavidad, con una suavidad tan acusada que es como el tacto del terciopelo…es de ese tipo de caricias, mal intencionadas, que finalizan en un escalofrío, tanto tuyo, como mío; no sé si ha sido tan leve que no te has dado cuenta, me sorprende que no retires la pierna y subo mis dedos, muy lentamente, pero sin detenerme, averiguando, sin querer (o queriendo) que tus medias son de liguero y sigues sin retirar la pierna, incluso juraría que la has acercado más…

Craso error (sonrío).

Cuanto más me des, más voy a querer. Y Si no me lo das, lo voy a coger y lo sabes.

Seguimos con una conversación banal, que ambos sabemos que no vamos a recordar en cuanto salgamos del restaurante; lo verdaderamente interesante, está pasando debajo de la mesa, entre el mantel y las servilletas, entre mis dedos y tu piel, húmeda, caliente, que cada vez se abre un milímetro más a cada caricia curiosa de la yema de mis dedos…Mis ojos, ya han dejado atrás la fase de desnudarte con la mirada, de jugar con tu piel, ahora, solo se dedican a marcarte el alma.

Y subo, sin detenerme, sin prisa pero sin pausa, hasta llegar a tu ropa interior, guardia y custodia de tu sexo, el cual quiero conquistar a toda costa, aquí y ahora. Recorro con dos de mis dedos tus labios, de manera suave hasta llegar al punto más elevado y aprieto levemente, forzando un respingo tuyo al notar como tu clítoris, no se resiste a un ataque frontal y directo, vuelvo a la carga y separo tus labios para empapar tanto tu ropa interior como mis dedos, no sabes dónde mirar, tus mejillas están totalmente encendidas, pero no eres capaz de cerrar las piernas y poner fin al suplicio que te estoy infligiendo, un impulso me hace acercarme los dedos y los olisqueo y los lamo, susurrándote muy cerca de tu rostro “Qué buen aroma…” para que la vergüenza se abrace a ti y no te suelte hasta que salgamos del restaurante y la brisa de la noche en tu ciudad vuelva a poner tus pies en la Tierra.

Ambos despreciamos el postre, porque deseamos otro tipo de postre.

Se me nota demasiado. Mi sadismo está siendo algo más que evidente, mis ojos me delatan, el castigo, me encanta y hoy, lo estoy saboreando…estás contra las cuerdas y no voy a dejar que salgas de ahí, al menos por ahora, las caricias te están matando y ya no sabes ni como ponerte…pero no voy a dejar que te corras, aún no, aquí no.

Al abrir la puerta del restaurante, invitándote a salir, no me puedo resistir y sin dudarlo lanzo mi mano hacia tu culo, dándote una palmadita muy suave, provocándome de manera irremediable una carcajada sonora al ver como das un respigo al no esperar esa acción innecesaria,  pero, aún sin saber por qué, te ha excitado aún más…

Deambulamos por las calles de tu ciudad, presumiblemente sin rumbo fijo, cogidos de la mano y hablando sin parar; no soy hombre de dejar cosas al azar y mucho menos contigo, todo tiene un objetivo y esta noche, no iba a ser diferente al resto de noches que hemos estado al borde del colapso con conversaciones trascendentalmente sexuales.

El camino hacia el hotel, se me estaba haciendo eterno y más sabiendo que no tenías ni idea de cuál iba a ser mi siguiente paso, solo te dejabas llevar; aprieto fuerte tu mano y con paso decidido entramos en el hotel, cruzando como un relámpago el hall, hasta llegar al ascensor, sin casi mirar, aprieto el número tres y te sitúo contra el espejo, como si escenificáramos un paso de Ginger Rogers y Fred Astaire, pero acabando con mi pelvis  incrustada a la tuya y mi pierna derecha abriendo las tuyas, para poder colar mis dedos en tu sexo, apartando la ropa interior de encaje en tan solo un movimiento, para poder sobar tu sexo a placer.

Paro el ascensor. Necesito tiempo (Sonrío).



Mis labios, no dejan de buscar los tuyos, mientras mis dedos, de una manera endiablada, siguen acariciando tu sexo, buscando tu placer, buscando que te cueste hasta tenerte en pie. Noto como tu humedad me empapa los dedos, como te dilatas, como te tensas y no paro, ahora no quiero parar, ahora quiero que te corras, así, junto a mí, agarrándome con fuerza, sin saber ni dónde estás, ni qué está pasando, bebiéndome cada gemido tuyo.

El ruido del motor del ascensor, nos hace recomponernos de manera momentánea, sabiendo que en cuanto nos cobije la habitación, va a ser peor, muchísimo peor.

Recorremos el pasillo hasta la habitación entre risas y susurros, hasta que cierro la puerta, en ese justo instante, nos quedamos callados, mirándonos, de pie, uno frente al otro, como dos niños que no se atreven a tocarse, que no saben si jugar o no…me acerco muy lentamente a ti y te como la boca, te la como porque me muero de ganas de hacerlo, porque no quiero ni puedo evitarlo, porque lo necesito como el respirar y ese preciso instante, el caos, ese caos que tanto miedo nos ha inyectado en vena todos estos meses.

Sin saber cómo, estoy justo detrás de ti, pegado a tu espalda, recorriendo con la yema de mis dedos, tus hombros, tu espalda, bajando la cremallera, jugando con tu piel, tan cálida, tan mía. Sí, por fin mía. Por fin…

Me desnudas sin dejar de mirarme, sin dejar que tan siquiera pueda moverme, el cinturón, la camisa…tus dedos, mi piel de gallina, tirando por la ventana todos y cada uno de mis miedos.

Por más que te cuente qué hicimos, a qué nos llevó todos nuestros juegos, todas nuestras palabras, todos nuestros versos, todos nuestros imposibles, todas las noches en vela, todas nuestras caricias, jamás podré definirlo con toda la pasión, intensidad e ilusión. Imposible poder relatar cuando mi sexo acarició por primera vez el tuyo o cuando entré en ti, una y otra vez o cuando noté como tu cuerpo, tenso, se pegaba al mío como si no hubiera más espacio en todo el universo o cuando tus gemidos me arropaban dándome el calor necesario como para explotar en lo más hondo de tu ser.

No debería recordar cada uno de esos momentos, mientras me voy de la habitación, dejando una nota en la mesita de noche, rogándote que no sufras, que antes de que me eches de menos, estaré a tu lado…

Verte, allí, dormida, tranquila, con el pelo alborotado y nuestro perfume por toda mi piel, me va a quemar el alma.


miércoles, 25 de mayo de 2016

Problemillas

Cuando no tienes tiempo para pensar demasido, los problemas se minimizan, no es que desaparezcan, pero si el grado de su importancia.  
El estar ocioso nos hace darles vueltas a las cosas, el ver fantasmas donde sólo hay sombras por falta de luz. El suponer en lugar de cerciorarnos. El no disfrutar se cada segundo.  
Todos, sin excepción.  Todos tenemos problemas, historias que nos preocupan ... y cada un buscador la mejor manera de enfrentarlos y sobrellevarlos. 
Cuando tienes mil cosas que hacer,  y escasean los momentos para comerte la olla, los problemas empiezan a ser menos, y no es que se disuelvan, pero no aumentan la importancia de las nimiedad de esas cosillas que día a día nos pueden hacer perder la sonrisa. 
Y en el momento, después de andar a cien, no parar,  te detienes a observar. Compruebas que los problemas que creías tan grandes, que tanto te hacían perder la compostura, no lo eran tal, sino que era tu actitud ante ellos. 
Problemas, problemillas y caos, siempre van a existir en nuestro día a día. .. pero no pierdas el tiempo preocupándose por tonterías,  la vida es más simple y más hermosa que todos esos nubarrones en un día gris. Siempre habrá un arco iris para quien lo sepa ver. 

lunes, 23 de mayo de 2016

Avestruz

Avestruces disfrazadas de personas, así es mucha de la gente que me encuentro.  No llevan plumaje, ni tienen un largo cuello, y menos aún corren. Ellos son más de meter la cabeza en el agujero. Si pudieran meterían el cuerpo entero. 
Avestruces de la vida. No enfrentan a los problemas, piensan que van a desaparecer de su entorno si no los ven.  
Conocen las circunstancias, los problemas, lo que podrá pasar, pero se ocultan detrás de la pantalla del no querer saber, de no enterarse  hacer que no se entera y esconden de nuevo la cabeza. 
El problema de este espécimen, no es que no afronten lo que viene o sucede, sino que dejan el embolado a los que no pueden mirar hacia otro lado. A los que no son tan cobardes para no enfrenar la mierda que las avestruces no pisan y esquivan con maestría.  
A ver... Avestruces de la vida, por mucho que escondas la cabeza, el problema sigue es ando ahí,  y os va a patear el culo. Y sino os lo paea, la mierda os va a salpicar. Y por mucho que otros lo terminen arreglando, la cabeza eternamente en el agujero no la podéis tener...
Así que o no la metéis o la sacáis cuanto antes, os ponéis las pilas y empezáis a enfrentar las cosas de una vez... que un se cansa de salvar avestruces y no sois un animal en vía de extinción,  que en los últimos tiempos os estáis reproduciendo a una velocidad vertiginosa....

domingo, 22 de mayo de 2016

Te doy

Cada día escucho que la gente está  cansada de dar y no recibir. Y posiblemente tengan razón y sea así.  Pero uno da cuando quiere o asi lo siente. 
No podemos dar y estar esperando recibir. Si das, das y sino recibes, pues no recibes. Llegados a ese punto cada uno decide si quiere seguir dando o no, y nunca escudarse en que no le dan para dejar de hacerlo. 
Doy si tú  me das. Que triste filosofía.  Es mejor dar porque quiero, sin esperar que sea recíproco,  aunque ello no nos exime de desear recibir lo mismo o parte de lo que damos. 
Doy sin esperar, pues al no hacerlo es cuando más recibo.  Estoy, porque quiero estar, si sintiese la obligación de tener que estar, seguramente ya me hubiese marchado. Te abrazo porque quiero, porque lo necesitas,  porque me sale, y no por ello tu me vas a devolver el abrazo. 
Sonrío porque me gusta, porque me sale. Te sonrío porque , no hay un motivo concreto y ciento por el que hacerlo. No busco que tu me sonrías pero me devuelves otra. 
Y así sucesivamente. No esperes nada cuando das y veras como recibes el doble de lo entregado. 
No podemos pedir que nos entreguen lo que no están dispuestos a darnos,  y el hecho de pedirlo hace perder al hecho o al acto cualquier valor sincero. 
Te doy porque quiero, porque me sale, porque me da la gana... y no porque espere, o porque vayas a dármelo. .. solamente recibe lo de la misma manera que te lo doy.... 

sábado, 21 de mayo de 2016

Quería amiga? Cartas por escribir.

Querida amiga...
Me gustaría empezar con un qué tal estás?  Un qué  tal te va la vida? Un cómo te encuentras?  
Pero después de tanto tiempo, imagino que bien.
No sé en qué momento pasamos del contacto diario al absoluto silencio. Tal vez a raíz de que he dejado de buscarte, y tú no tenias la necesidad de hacerlo.
No hace mucho, alguien me dijo que quien te quiere te busca, y a quien le importas, te lo demuestra. Y esas palabras son muy certeras. Tal vez, y solo tal vez, no me quisieras, tal vez y solo tal vez no te importaba.
No me duele tu ausencia, ni tampoco tus silencios. Lo que me ha sorprendido, es tu falta de empatia cuando ya no me necesitas te.
Algunas personas, que me conocen , nunca entiendieron que te defendiera, y defendiera nuestra amistad.  Justificaba tu proceder, luchaba porque te vieran con mis ojos. Pero al fin, ellos tenían parte de razón que tú te has encargado de dársela.
Que tal? Espero que bien, que todo te vaya bien, y si algún día algo te va mal... espero que no sea así. .. no me busques, estaré  ocupada o fuera de cobertura.
Ay querida amiga, la amistad es como una planta, si la riegas demasiado la ahogas, y la falta de agua; la seca.
Vuela, vuela alto , eso te gusta, pero recuerda no existe vuelo, en el que no haya que posarse en el suelo en algún  momento.
Un saludo de una amiga que algún día lo fue.

viernes, 20 de mayo de 2016

Vivir

Algún día iré,  algún día haré,  algún día ..... nos pasamos la vida haciendo planes cómo si de veinte vidas dispusiesemos, y nos olvidamos que sólo tenemos una. Una única vida que deberíamos disfrutarla cada día,  cada instante, pues no sabemos su duración,  simplemente conocemos un dato, tiene fecha de caducidad. Y aunque en la teoría debiera de durar hasta la vejez, en algunas ocasiones se acorta sin previo aviso. 
Normalmente vivimos los días esperando a mañana para hacer eso que deseamos,  en lugar de hacerlo hoy, de luchar por alcanzar ese sueño y dejar se esperar que alguien nos lo haga realidad. 
Vida solo hay una y no más que una, y eso no exime de que nos dé  más de una oportunidad, las cuales depende de nosotros mismos y solo de nosotros aprovecharlas. 
Con los años aprendes que los días pasan y no vuelven y la mejor sensación que uno puede tener, es la de haber vivido, pues lo contrario tw sume en una desesperación al comprobar que han pasado los días de tu existencia sin pena ni gloria.
Y tu a que esperas para vivir? 



jueves, 19 de mayo de 2016

Relato. Primer encuentro

Habíamos quedado, me sorprendió  su llamada para vernos.  Pensé en que sería una broma, pero no. La llamada de la mañana fue como las de siempre, relativamente normal, sin dejarme intuir lo que estaba tramando.  Lo raro fue el mensaje de media tarde... te espero en el restaurante tal a las 22;00 para cenar. Era uno de mis restaurantes favoritos. Pero como iba a estar él  si me había dicho que ese fin de estaría de viaje? Además desde su ciudad a la mia había muchos kilómetros de distancia.
 Le llamé después del mensaje, y teléfono apagado o fuera de cobertura. 
Eso me mosqueada, pero al mismo tiempo me alegraba porque tal vez había venido a verme por fin. 
Toda la tarde nerviosa, y sin saber cómo vestirme. Revolvi el armario de arriba abajo, hasta que encontré algo que me gustase. Primero pensé en arreglada pero informal, pero por otro solo hay un primer momento para un buena impresión así que me vestí como para la mejor cita de mi vida, aunque no sabia que pasaría.
Me metí en el baño y llene la bañera, necesitaba relajarme y estar tranquila. El reloj corrió rápido casi sin tiempo para dejarme pensar. 
Me vestí,  ropa interior negra, con el encaje justo, sutil y provocadora. No podía perder la ocasión,  medias musleras, tacones y un vestido negro, que insinuaba y mostraba lo justo. Pensé en maquillarme, pero opte por un poco de rimel y los labios rojos. Gotas de perfume y me encamine hacia donde había quedado.
Según caminaba el nerviosismo me podía.  Miraba el movil y sin ningún mensaje. Observé  desde fuera y no vi nada,varias parejas y algún caballero de espaldas.
 De repente un mensaje... te vas a quedar en lapuerta o vas a entrar? Volví a mirar a mi alrededor , nada. Entre y me senté.
De nuevo un mensaje.  Pide dos vinos...
Me sentía tonta pedir dos vinos si estaba sola. Pero le hice caso. Se acercó el camarero y pedí dos vinos. Esperé paciente, y el camarero volvió , ni siquiera lo miré hasta que se sentó en la mesa. Era él. Con su sonrisa de travieso y desnudadome el alma.
La complicidad de su mirada y la mia fue desde el principio.
 Pasamos al comedor,la comida estaba buena aunque no recuerdo cuales fueron los platos. Estaba concentrada en él, en como me seducía y yo me dejaba.
 Jugamos al cortejo, y cada vez las ganas iban a más.  Note su mano rozando mi muslo, intentando saber que tipo de medias llevaba. Su mano fría, rozandome el muslo y mi sexo empezó a humedecerse.
  Quería que subiese su mano un poco más,  pero él se detuvo, de vez en cuando estiraba su dedo acaruciandome más arriba,un juego que me encendió y me empecé a ponerme colorada.
Me miró y se percató de mi rubor,subió la mano más arriba impregnandose de mi humedad,  jugueteo con sus dedos,  retiró la mano y se la acercó  a la cara y la olfateó. Que buen aroma, dijo y sonrió.
 Mi sonrojamiento era mayor e iba en aumento por segundos.
Pedímos el postre,  ya estaba encendida aunque intentaba disimular, tarea imposible.
El parecía disfrutar de tenerme así.  Acabamos de de cenar,  al salir me cedió el paso dándome un pequeño azote y soltó una carcajada seductora.
Empezamos a caminar, hablábamos . Pensé que iríamos a tomar algo, pero al paso por delante de uno de los hoteles que encontramos durante el paseo, me cogió  de la mano y me empujó  para adentro.
Yo reía nerviosa. Nos metimos en el ascensor el marco el tres y en cuanto se cerraron las puertas, se acercó , me acorraló contra la pared y me empezó  a besar...
Su mano se deslizó por mi entrepierna y paró el ascensor, volvió  a marcar, no sé que número pero se puso en marcha de nuevo. Y volvió a pararlo otra vez.
Sus dedos se hicieron paso entre mi braga y mi sexo y me hizo correr hasta estremecerme, sin dejar de besame hasta sentirme extasiada.
 Cuando me pude recomponer lo vi mirándome y sonriendo. Marcó  el tres de nuevo y salimos del ascensor. Me llevaba de la mano hasta la habitación 302. Metió la llave y cerró la puerta.
De nuevo me beso. Me bajo la cremallera recorriendo  con sus dedos mis hombros, la espalda , mi cadera.
Me tumbó en cama y me quito lo tacones. Le acerque y empecé a quitarle el cinturón,  desabrochar la camisa y recorrer su cuerpo con mis dedos.  Los dos a medio vestir o más bien desnudos, nos besamos, y desatados las ganas que llevábamos guardando tanto tiempo.
Me hizo suya una y otra vez,
sintiéndolo dentro de mi como si fuese el primero que se había adentrado hasta alli. Su aroma, mezclado con el mío y las ganas de sentir,me quedé dormida en sus brazos. Al despertar, una nota.. ... Tesoro no te vayas vuelvo antes de que me eches de menos.

miércoles, 18 de mayo de 2016

No llego pero lo intento

No llego, no llego. Esa es la constante en mi vida en los últimos tiempos. Deje de escribir por la falta de tiempo, y aun así este no ha aumentado. 
Me paso el día corriendo,y llegar llego, unas veces a tiempo, otras fuera de plazo y otras... otras mejor ni decirlo. 
He priorizado, dicen que la vida es eso, y en el priorizar he dejado de hacer cosas que me encantan, y que espero retomar en breve. Y todo este preámbulo es para poner en antecedentes a quienes me leen y se han sorprendido de que de repente no hubiese entradas en el blog. 
No prometo,  pues las promesas se pueden romper, pero si me comprometo a intentar volver a publicar a diario como he estado haciendo hasta este último año. Porque querer es poder, aunque no se logren todos los objetivos, lo importante es intentarlo y no tener la sensación  de no haber hecho todo lo posible.  
Nos leemos.... 

viernes, 6 de mayo de 2016

kit kat

Cansada nivel me duelen las pestañas, exagerada pero realista. Duermo poco, voy a mil y sin tiempo de pararme y respirar. Sofocada, contrareloj y necesito un respiro un kit kat. 
Por naturaleza soy inquieta,  necesito estar hacemos cosas, no puedo estar desocupada. El problema es que mi vida últimamente es un tetris en que si pongo una ficha mal se va todo al garete. Se convierte en un game over radical. 
Y así ando, de la ceca a la meca sin saber sI me dejo las llaves dentro o el movil en la nevera, o la compra del super la he puesto en la lavadora. 
Y no es de hoy mi desenfrenado ritmo,  pero si el cansancio que ha dicho; párate y relax. Y obedientemente he parado y he intentado relajarme. No lo he logrado del todo pero con un poco de practica se logra. 
Así que toca descansar que mis pestañas dicen que no hacen un esfuerzo más si no les concedo un poco de descanso. Se lo merecen y esta servidora también. ...
Me voy a tomar un kit kat, te vienes? 

jueves, 5 de mayo de 2016

Madurar

Cuando era pequeña me decían que al ser mayor maduraría y no entendía muy bien lo que querían decirme. Cada vez que la escuchaba, pensaba en una pera verde que de repente estaba en el punto y caía del árbol y se estampa contra el suelo. Y m mene se repetía una y tras vez que eso de madurar era un asco, para que madurar si l interesante era estar en el árbol y mirar hacia el horizonte,  o codearse con otras peras lozanas y hermosas como yo. 
Ahora empiezo, y digo empezó porque aun no lo he alcanzado del todo a entender, que es eso de madurar. 
La pera se ha puesto de color amarillo dorado, y aunque sigue en el árbol,  sin caerse al suelo,  la perspectiva del horizonte cambia.  Sabes que en cualquier momento ese lazo que te une al árbol desaparecerá,  y pueden pasar dos cosa, que alguien te recoja y te meta  al cesto, o que te precipites contra el suelo. Ambas opciones existen pero dejas de preocuparte problema ellas. 
Cambias la manera de ver el horizonte. Dejas de preocuparte si hace sol o aire. Y se llueve ya no te enfadas y disfrutas de la lluvia que te resbala fría mientras bailas su sinfonía.  
No sé  qué es madurar, pero tengo claro que lleva una parte de calma y menos preocupaciones por lo banal y más disfrutar de los pequeños instantes . Y sobre todo un bien estar con uno mismo que no hay dinero que lo pague. 
Creo que en cierto  modo estoy madurando,  aque como dice una amiga mía, vamos poco a poco no vaya ser que la maduración de golpe me siente mal. 

lunes, 2 de mayo de 2016

La vida.....

La vida no es que te dé  una segunda oportunidad, es cada uno el que la tiene dentro de sí,  sólo debe confiar en si mismo y seguir hacia adelante. Ni el triunfo es eterno, ni la desdicha  dura para siempre. 
La vida es eso una montaña rusa, en la que los valientes disfrutan de la subida y en la bajada ya esta mirando como subir de nuevo. 
Mientras escribo esto, miro hacia atrás y veo lo que ha sido el mi último año. Y el repaso mental me lleva a ver la montaña rusa que he vivido y la que supongo me vendrá.  Estoy subiendo poco a poco y espero llegar arriba,  escalando cada peldaño sin perder la perspectiva del suelo.  Y eso es la vida... altos y bajos... 
Y tú  qué te quedas siempre en el suelo? O te atreves a vivir?

domingo, 1 de mayo de 2016

Recuerdos

A veces viene gente a tu memoria sin un porqué,  y empiezas a recordar momentos compartidos y más de una sonrisa esbozas y también alguna lágrima se escapa.  
Y esos recuerdos parecían estar olvidados, y no, solo reposaban esperando a ser rescatados. 
Son recuerdos inesperados que te hacen recordar y también olvidar. Empiezas a recordar olores,  instantes, miradas, charlas, lugares... y también olvidas detalles, y algún que otro instante se queda borrado. 
Te embarcas en un viaje por la memoria del pasado, dejando volar la mente, intentando encontrar respuestas . Preguntas que has dejado de hacerte aunque esperas algún día ponerle palabras y hechos. 
Te evades entre los recuerdos sintiendo latir el corazón,  sintiendo calor donde sentías calor, sintiendo frio donde sentías frio, y sintiendo calor en el frío y frío en el calor. Y es que ya no eres quien eras, y aunque parte aun sigues siendo, el tiempo,  los años y las experiencias, hacen que tengamos otra mirada, más perspectiva de los que en antaño solo sabíamos ver de una forma. 
Y a veces recuerdas a personas, momentos,  lugares, que pensabas olvidados,  y solo estaban ahí,  esperando a ser rescatados.