viernes, 29 de enero de 2021

Reflexión

 Llevo mucho tiempo mirando al vacío. Dejándome llevar por el vaivén de los días y el susurro de los meses. 

El ir sin saber  a donde, es como el esperar el no sé que. Al final todo es lo mismo y todo diferente. 

Después de la distancia kilométrica entre las personas , hemos pasado a la metrica. Y de pensamientos colectivos a los individuales... 

Nada es bueno ni malo, sino en su medida. 

Por ello, cuando he dejado de correr, ir sin rumbo, me he detenido. He empezado a mirar a mi alrededor y caminar con calma. 

Cada paso que doy, es sin prisa, mirando cada detalle que me rodea. Disfrutando de los pequeños placeres que me da este tiempo de incertidumbre. 

He aprendido a estar en conexión conmigo misma y así la conexión con los demás fluye mejor. 

Ha sido tiempo de cambios, y mi vida ha experimentado una tormenta de sucesos. Un huracán a devastado mi mundo, y como siempre ha salido el sol. 

Todo lo que ocurre o te debilita o te hace más fuerte... cada uno decide, y he elegido el camino de ser feliz.