lunes, 19 de diciembre de 2016

Navidad

En unos días celebraremos la navidad. Digo celebraremos,  y me incluyo, ya que es imposible no entrar en esta noria de consumismo. 
Recuerdo la navidad de mi infancia, con cierta añoranza. No había mucha iluminación.  Mi madre colocaba cada navidad el belén. Le ayudaba a colocar los pastores, el río y demas decoración.  Era como una tradición,  recoger el musgo, desempaquetar las figurillas y recrear el nacimiento.  
En mi infancia no existía papa noel. Era un ser vestido de rojo que salía en las películas americanas,pero no conocía mi dirección,  pensaba que teníatanto trabajo que no conseguía llrgar a tiempo a nuestra casa.  
Los regalos solo llegaban en los Reyes. 
El día cinco, limpiabamos los zapatos, los lustrabamos  y los poníamos en la ventana. 
A la mañana siguiente corríamos a ver que habían dejado. Despertaban os antes de que despuntara el día.  
Normalmente había pocos paquetes, pero la ilusión estaba intacta. 
Recuerdo con añoranza aquel momento. 
Ahora llenamos el árbol de regalos y esperamos que los niños tengan la misma ilusión que nosotros en aquel entonces. Pero el resultado no siempre es ese. Se desilusionan al ver que papa noel no ha traído la consola que pidieron o que las zapatillas que les han dejado no eran de la marca esperada. 
Al final culpamos a los peques,  y la culpa es nuestra que alimentamos ese consumismo, olvidando el verdadero signifiado de estas fechas mágicas. .. compartir; amor, felicidad y estar con los nuestros. 

viernes, 9 de diciembre de 2016

Es mi cumpleaños

Un día como hoy, hace treinta y muchos años, empecé la aventura en esta vida. Resumiendo, cumplo años. 
Siempre me ha gustado celebrarlo,  aunque este año no he planeado nada especial. Me he levanraso con la sensación de un día normal. Tal vez, es cosa de los años, y solo espero dejarme sorprender por los acontecimientos de este día.  
Sorpresas? Habrá alguna, siempre hay sorpresas si uno espera dejarse sorprender. 
Pasan los años, y aunque todo lo vivido me convierte en quien soy, he mirado hacia atrás recordando algunos momentos especiales. 
Las experiencias que vamos teniendo, nos van forjando, y nos dejan recuerdos imborrables, que al traerlos a nuestra mente, más de uno nos hace esbozar una sonrisa. 
El otro día me dieron que me hacía mayor, y no digo que cumplir años no tw haga madurar, pero cada día me encuentro más joven,con más ganas de aprender  y de vivir. 
Es que la edad, es un estado de ánimo y el mio sigue igual de joven que hace veinte años. 
Cumplir años es la realidad de que seguimos vivos y con ganas de seguir caminando.... hacia donde? Hacia donde el sendero de curvas y de cruces nos lleve. 
Hoy como cada 9 de diciembre es mi cumpleaños y como tal... lo voy a celebrar. 

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Y todo pasa de nuevo

Y todo pasa.... eso lo aprendemos con el tiempo. No hay desgracia eterna,  ni felicidad que dure para siempre. 
Nos desesperamos ante las dificultades, pensando en que somos los más desgraciados sobre la faz de la tierra. Y cuando pasan los temporales y las tormentas, vemos que no era el fin del mundo y que sobrevivimos. 
Todo ello no quiere decir que no nos queden secuelas, heridas de guerra, y alguna frustración, pero seguimos en pie y caminando. 
Lo mismo ocurre con ese momento de pletórica felicidad,  ese limbo de color de rosa y aroma a nubes de verano. 
Nos rendimos al encanto de la euforia, y olvidamos que nada es para siempre y que todo lo que sube baja. 
No creemos que algo pueda salir mal, pero sale, y la noria de la vida vuelve a girar... 
Y todo pasa de nuevo
...... 

viernes, 2 de diciembre de 2016

Recuerdos

Cuantos recuerdos almacenamos en nuestras casas, cuantas fotografías que hace siglos que no vemos!!!
El otro día me puse a hacer limpieza de cajas del trastero. Y en una de ellas havía cartas de hace veinte años. Veinte años no son nada y son una eternidad.
La primera reacción fue de sorpresa, juraría que no había guardado aquellas cartas, pero la memoria a veces juega a fallarnos.
Había más de cincuenta cartas escritas a mano. Empecé a desempolvar una por una. Mucha de las personas tengo contacto con ellas y otras por circunstancias,  nos felicitamos las navidades, cumpleaños y poco más.
Pasé una tarde entretenida, abriendo cada una de aquellos sobres y leyendo las palabras escritas con bolígrafo y sentimiento.
Eso me hizo pensar en la última vez que escribí una carta a mano, no alcanzo a recordarlo. Y menos aún cuando la recibí.
Ahora con eso de la mensajería rápida,  los correos electrónicos  y el estar tan conectados, perdemos la magia de la conexión lenta, de escribir con calma. La falta de inmediatez,en un mundo donde todo es aquí y ahora, sin espera, sin pausa.
Podría decir que me están entrando ganas de escribir cartas, de puño y letra pero me para el no saber dirección correcta de los destinatarios.
Aunque todo esto me esta dando una idea que a lo mejor pongo ne práctica en breve... por qué no?

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Parada

Nunca habéis sentido la necesidad de parar? Yo hasta hace poco no. Intentar explicar que lo desencadenó,  sería complicado.  Tal vez, la acumulación de cosas, o simplemente replantearse puntos y metas. 
He parado, mirado a mi alrededor, sentándome en el suel,  pensando sin prisa, sin pensar. 
Todo aquel camino recorrido hasta ese instante, ahora se antojaba lejano, y las metas se difuminaban. Era momento de to mar se las cosas con calma, sin aturullamientos varíos,  disfrutar de la parada. Alimentar el alma y fortalecer el cuerpo. Se avecinan cambios, nuevos rutas,  retos por descubrir, expectativas aun por crear. 
Las personas creen que tras  un parón,es difícil ponerse en marcha de nuevo. Fácil no es, aunque si necesario. 
Si nos pasamos caminando constantemente  sin parar, la vida se escapa sin disfrutar las pequeñas cosas. 
Después de esta parada, de sopesar los callos de las pisadas, de curar las heridas pasadas y prevenir las futuras. Y aunque queremos evitar daños venideros, son necesarios para curtirnos en eso que le llaman experiencia vital. 
Ahora me levanto del suelo, me visto las botas y camino de nuevo.... hacia donde?  Hacia donde me lleve el viento y la marea....

jueves, 17 de noviembre de 2016

En silencio.

Callada leo y observo, sintiendo el mismo silencio del otro lado. Notando cómo mira detenidamente cada una de mis palabras y de mis fotografías.  Silencio y más silencio.
Alguna interacción se produce, cuidadosamente elegida para que parezca producida por la casualidad.  Y así seguimos después de tiempo sin dirigirnos la palabra. 
A veces pienso en escribir o llamar. Me detiene el no saber que decir, el quedarme en blanco.  Lo que más paraliza mis ganas, es el no controlar la reacción contraria. 
Esto último es lo que más nos bloque a la mayoría para hacer lo que dicta el corazón,  el seguir un impulso, lanzarse a la piscina sin mirar sus profundidad. 
Y así seguimos, tú  me observas,  yo dejo que lo hagas. Yo te observo , tú  haces que no te enteras. 
Cuanto tiempo  alargaremos este mirar sin creer ser visto? 
Por una extraña razón intento vencer el impulso, las ganas de preguntar, de saber. Y me quedo observando sin decir nad, en silencio.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Hay días

Hay días, días en los que no eres tú, días en los que no te apetece nada más que el silencio. 
Días en los que te gustaría la soledad cómo compañía. 
Días en los que hablar es un esfuerzo innecesario, que no compensa que fluyan las palabras. 
Hay días en los que no quieres ni que tu sombra te acompañe.  
Hay días en los que no te pasa nada y te pasa de todo. 
Días en los que te gustaría tener un motivo para llorar y así poder limpiar la nube que llena tus ojos. 
Hay días, días en lo que no sabes explicar lo que te pasa, y tampoco te apetece haverlo.  
Hay días,  en los que no eres más que un esector que camina sin rumbo.
Días  en los que te levantas y pareces el autómata dirigido por otro. 
Hay días,  y hoy es uno de eso días que no sabes que pasa y no quieres saberlo. 

viernes, 28 de octubre de 2016

Fotografía

Encontrarte una foto olvidada en el cajón.  Primer impulso, romperla. Te paras y la miras.  No puedes evitar que los recuerdos de aquel instante, vuelvan a tu cabeza. 
Una lágrima recorre tu mejilla. Hace mucho tiempo de aquello, y aún te remueve por dentro. 
Te sientas en el borde de la cama, como si dejar caer el cuerpo, fuese el pasaje para volver a aquel instante. Mantienes los ojos abiertos, pero te has transportado a otro momento, y a otro lugar. Sientes el aroma, la temperatura de aquel día,  hasta la voz de la persona que tienes enfrente. 
Cómoha pasado el tiempo y parece que fue ayer. 
De nuevo, vuelves a hoy, a mirar otra vez esa fotografía. Y no consigues descifrar todo lo que pasa por tu mente y por tu interior. 
Sensación extraña, ganas de llamar a quien te está mirando  con una sonrisa, estática pero contándote que todo saldrá bien. 
Sigues sentado en el borde de la cama. En una mano la foto, y en el otro el teléfono. El impulso de marcar es muy grande, y el miedo al rechazo es mayor. 
Un debate interno te consume sin saber que hacer. 
Miras la fotografía encontrada en el cajon y una lágrima de nuevo recorre tu mejilla. 

jueves, 20 de octubre de 2016

Nostálgica

Nostálgica, esa  es la palabra. A veces me pongo así.  Tal vez sea el otoño, lleno de días grises. Días en los que la lluvia me acompaña. O veo caer al agua a través del cristal. Esos días donde la mente me llave a bucear entre recuerdos lejanos,  entre rostros de personas olvidadas. 
Me he puesto nostálgica, y preguntándome que fue de tal o cual, que en su momento formó parte de un momento de mi vida. 
Hoy me acordé de más una persona. Gente que por circunstancias o casualidades, no he vuelto a ver. No tengo interés en que vuelvan a mi vida, pero que en el fondo te gustaría saber que ha sido de ellas, que la vida les va bien, o incluso tomarme una cañita con ellas, sin mayor compromiso que rememorar tiempo pasados y anecdotas que nos sacaran más de una sonrisa. 
Nostálgica  me he puesto hoy. Tal vez sea la lluvia, el día gris... o los años. 

martes, 18 de octubre de 2016

Opinión

No te gustaría saber que piensan de ti los demás?  Nunca te lo has planteado? Yo si. No es que me importe demasiado, no me importaría leer o escuchar las opiniones. Aunque tales valoraciones no sepa de quien vienen o de quienes las piensas. 
Es un ejercicio que debieramos hacer en algunas ocasiones, entre compañeros de trabajo, amigos,e incluso entre aquellos que acabamos de conocer. 
Puede parecer una locura y tal vez incomodo. Estoy segura de que nos ayudaría a conocernos mejor a nosotros mismos y ver lo que proyectamos. También percibir lo que otros perciben de nosotros. 
Vivimos en una sociedad, del quedar bien, del ser políticamente correctos. Hasta tal punto de construir una sociedad irreal. Nos guardamos las opiniones, y no por no tenerlas, sino por miedo a no encajar, al que dirán,  temor al desentonar o de lo que dirán. 
Pues a mi me gustaría saber que opinan de mi, que proyecto o que perciben de lo que desprendo.  
Nadie es perfecto,  pero todo se puede mejorar. Solo hay que saber escuchar y querer evolucionar. 

lunes, 10 de octubre de 2016

Momentos

Momentos en los que no sabes si vas o vienes. Momentos en que dudas entre caminar y quedarte quieto.  Momentos en los que llorar es lo que quieres, y terminar por reír.  
Así es la vida, una constante contradicción.  Nos debatimos entre la mente y el corazón,  e incluso, entre la mente y la razón.    
Tomamos decisiones, actuamos, vivimos. ... pensando, sin pensar, meditando, instintivamente  y a toda prisa o pausadamente.  
No hay manual escrito para esos momentos, en los que somos un torbellino de emociones y no vemos el epicentro del huracán.  
Pararnos y observar, es una opción,  que tendríamos que barajar, pero que en esos momentos es inpensable. 
Y mientras pasan esos momentos, seguimos hacia adelante,  sin detenernos. Damos pasos uno tras otro, día tras día. .. hasta que rebobinamos y repasamos esos momentos.. y ahí empieza la reflexión.  

viernes, 7 de octubre de 2016

Tiempo

El tiempo, gran palabra. El tiempo coloca a todo el mundo en su sitio. El tiempo es el mejor medico, lo cura todo. Y así , muchas frases en alusión a ese fenómeno que marca las horas o nos las hace olvidar. 
El tiempo, que es realmente? Abstracto?  Concreto? O indefinible? No lo sé. 
No puedo definirlo.  Llevo una temporada con los minutos milímetrados, ajustando los segundos para poder encajar las piezas en el tetris de mi cotidiana  vida. Y si algo se pasa una milésima, se descoloca la montaña de naipes que tan cuidadosamente he colocado.
Tiempo, no tengo tiempo para nada, o si, tengo tiempo para todo lo que quiero hacer. Pero en ocasiones ansío tener una hora más.  Aunque tal vez, esa hora más no arreglaría nada, ya que posiblemente la ocuparía también.  
Después de estar tan a mil, por cuestiones de la vida, tengo un momento de tranquilidad, y me sobran horas. Ahora la sensación es que me falta algo. Es como si la falta de costumbre de tener tiempo,  de nuevo el tiempo como factor fundamental, me resulte raro. 
La conclusión final, es que el tiempo es el mismo, veinticuatro horas, lo que cambia es la utilización que hacemos de esos minutos. Y lo más importante como nos sentimos al terminar el día, del uso de ese tiempo. 
Tú tienes tiempo, o el tiempo te tiene a ti? 

miércoles, 5 de octubre de 2016

Romper con todo

Quién no ha tenido alguna vez, las ganas de romper con todo?
Tal vez, algunas personas nunca han tenido ese pensamiento,  o tal vez muchas si. 
He sentido que me ahogo, que me falta el aire. 
Me han invadido las ganas de gritar, echar a correr y no detenerme. No era huir, sino necesidad de sentir el viento, la libertad. 
Otras veces, refugiarme en la fortaleza de mi cama. Meterme tras las paredes inaccesibles del edredón y de las sábanas.  Pensando que el mundo no podría llegar a mi y que estaría a salvo de todo y de todos. 
Claro que he tenido la sensación de romper con lo que me rodea, y quien no? 
Subirme al coche y conducir sin destino predefinido, ni con ruta planeada. 
Pero, de repente, te despiertas y recuerdas las obligaciones, los pactos, contratos,  y demas historias que no puedes dejar así de buenas a primeras...y...
Te levantas, cumples, trabajas, respondes.... vives y....
Planeas de nuevo romper con todo.

martes, 4 de octubre de 2016

Hoy

Las ideas se agolpan en mi cabeza, y se quedan ahí,  esperando a que les de forma. Falta de costimbre de sacarlas afuera. 
Antes me resultaba sencillo transmitirlas. Y con el tiempo, las he ido guardando en mi interior, y ahora cuesta verbalizarlas.
Me he encerrado. Centrado en proyectos que, esperando a que salieran, me olvidé un poco de mi yo interior. Aunque ya se sabe lo que está, está  y sale tarde o temprano. 
Y aquí estoy de nuevo, poniendo orden en el caos de mis pensamientos.  Archivos en la carpeta de papelera,  otras en salida que nunca salieron, y otros que solo fueron un fugaz recuerdo. 
La vida pasa rápido y los  días más. Y poco a poco ves como tu esencia se difumina, olvidando te de cual es tu perfume real. 

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Sabes?

Sabes una cosa?  Ya me he cansado de aguantar tus malos humores,  tu silencio cuando te enfadas con el mundo. No quiero volver a entender. Me he hartado de ponerme tus zapatos, tu ropa y vestirme de empatia. 
La fortaleza no es aguantar carros y carretas y actuar como si nada me hiciese daño. Si, soy fuerte, pero mi fortaleza no está en seguir de pie cuando me atacan, sino en levantarme cada vez que me caigo y no dejar nunca de levantarme. 
Tal vez, y digo tal vez, los últimos acontecimientos sean causa de tus inseguridades,  pues no encuentro otra explicación posible. Aunque debo apercibirte de que, siempre existe un punto de inflexión,  y este es el mio. 
Puedes hacer lo que te venga en gana, saltar, reír,  callarte, chillar y las demás ocurrencias que  te pasen por la cabeza, pero no esperes a que me inmute. 
Y una última cosa, más bien es un consejo, no te lo tomes como una amenaza,  pues es simplemente una realidad; valgo más por lo que callo que por lo que cuento. Así que, deja de tocarme las narices que empiezan a inflarseme y me están entrando unas ganas de estornudar mierda que no veas. Ya sabes... haz lo que creas conveniente. 

sábado, 3 de septiembre de 2016

Llamadas.

Al final todo se reduce a lo mismo, la gente te busca cuando está  sola, cuando necesita algo de ti.
Ya se que es de mal gusto, eso de generalizar. Pero mucha de las personas que me rodean funcionan así.
No voy a negar que tengo buenos amigos y amigas, los cuales no necesitan una razón para llamame o para verme.
Lo que me ha llevado a la conclusión, anteriormente afirmada, es la sucesión de hechos y llamadas de personas requiriendo algo de mi. Ya sé, estamos en una sociedad en la que primero se piensa en uno,  después en uno y por último en otra persona. Eso choca con mi forma de ser, en la que suelo preocuparme por los demás y muchas veces olvidarme de mi.
He estado de vacaciones y he desconectado del mundo, del trabajo, de familia, del movil. .. y cuando me he conectado de nuevo, me encuentro con mensajes y llamadas.
Eso sería genial, saber que se preocupan por ti, pero no. Muchas de las llamadas eran para pedirme algo, otr@s saber porque no les conté  a donde me fui, y por último algunas para reclamarme que no estaba mi hombro para llorar.
Pues bien, caballeros y señoritas, esta sucursal de empatia, está de vacaciones y no sabe cuando volverá, ni se le espera. Pasen bien día.

lunes, 15 de agosto de 2016

Sensación extraña

Que sensación extraña me recorrió el cuerpo al encontrarme con ella. Habían pasado seis meses, desde la última vez que me tomara una caña en su compañía.  Habíamos compartido tanto antaño y ahora al miraba cómo si no supieron quien era. 
Un saludo cordial,ni dos besos nos dimos... pero por primera vez no me sentí mal por no seguir dando lo que había dejado de recibir.  
Ella había elegido seguir otro camino,  dejar de estar, y yo lo había respetado resignadamente. 
La miraba y no entendía que había pasado. Solamente vi a un ser extraño, desconocido y lleno de inseguridades. 
Ella ya no me imponía,  ya no me importaba. La volvía a mirar y la vi desnuda,frágil,  su ropa de prepotencia tirada por el suelo,  su arrogancia esparcida a su alrededor. Su mirada se cruzó con la mía, se sintió descubierta. Recogió sus miedos del suelo y se vistió de nuevo. 
No volvió a mirarme y sentí pena, pena de aquel ser, que después de tantos años ya no me conocía y que yo tanto sabíade ella y ya no quería saber más.  
Una extraña sensación  me recorrió,y aunque es duro admitirlo, cada uno elige el camino que quiere seguir y a quien deja en la cuneta. Y ella había elegido, solo que no me quedé esperándola,  yo seguí caminando solamente que en otra dirección, en la dirección de mi propia vida. 


miércoles, 3 de agosto de 2016

Re...vuelvo

Hace tiempo que no escribo, y no por falta de ideas, sino por falta de tiempo. 
Hoy he entrado para revisar  las entradas antiguas, y me he llevado una sorpresa.  Nunca pensé que pudieran interesar mis letras, y más aun llevando dos meses sin publicar nada. Pues me equivoqué, así que como agradecimiento a esas personas que siguen ahi, leyendo mis humildes pensamientos, retomaré,  o por lo menos lo intentaré, las entradas diarias. 
He estado apartada un poco, liada con diferentes retos, que aún están esbozando se. Y sin darme cuenta he ido apartando otros. 
Como decía mi abuela, nunca es tarde para rectificar. 
Estoy de vacaciones, pero solo laborales, pues aún no he desconectado de muchas otras obligaciones. Así que con un poco de esfuerzo y buena letra, nos seguiremos encontrando .... cuando me bajo de los tacones....

sábado, 4 de junio de 2016

Querida E.... Cartas por escribir

Querida E...
Después de meses sin vernos, ayer llegó  la oportunidad, vino brindada por una amiga en común.  Te sentase delante de mi, y no te reconocí. Solamente vi a una persona extraña que no reconocía, que era desconcida para mi. 
Llevabas el mismo pelo, el mismo estilo de ropa y la misma actitud que antaño, pero me era nueva. 
No eras tú,  era yo la que había cambido. Ni tus historias  me interesaban, ni me apetecía escucharlas.  
Por primera vez me sentí rara con tu presencia,quería huir, marcharme sin mar atrás.  
No sé  qué ha pasado, o si lo sé.  A lo mejor, es que todo sigue igual, que te has estancado y ya carece de importancia tu mundo insulso para mi. Tal vez he cambiado, evolucionado, y he aprendido a saber lo que quiero y lo que no en mi vida. 
Te deseo lo mejor, me gustaría verte bien, pero ya no en el círculo cada vez más pequeño de mis amistades. 
Con el tiempo dejas de rodearte de gente que no te aporta, quedando te con menos pero que te hacen sentir bien. 
Ayer me sentí extraña, y no tengo necesidad de esas sensaciones. La vida es corta,imprevisible... y quiero disfrutar cada instante , cada segundo. Llenándola de experiencias que me recuerden que eso y viva, y no que me voy muriendo poco a poco. 
Querida, la amistad no es un café csda seis meses y el resto del tiempo el silencio. La amistad es algo más y que se demuestra en pequeños detalles que nos hacen grandes.  
Un beso  y cuidate. Yo lo haga cada día y la gente que me quiere me lo demuestra sin que se lo pida.  

viernes, 3 de junio de 2016

Que tal

Qué tal?
Cuantas veces al día os preguntan eso? Y cuantas contestas, bien?
Muchas, seguramente  esa es la respuesta que más de uno diría.
Cuántas,  bien es falso?
Muchas será de nuevo la respuesta mayoritaria.
Por qué respondemos así?  Tal vez por cortesía,  tal vez por no dar explicaciones, o tal vez por no preocupar al interlocutor.
Nos pasamos la vida adopitando formalismos de los cuales después nos quejamos.  Y que no hacemos por cambiar.
Cómo  estás?
Hoy diría; ni bien ni mal. Llevo un día asqueroso, un sin parar en el trabajo. Al llegar a clases, la nota del examen no era la esperada. La falta de tiempo para estudiar en condiciones hace que no dedique el tiempo necesario  eficazmente. Para rematarla el  coche me da problemas. Y si esto no fuera poco me duele la cabeza.
Seguramente tras esta respuesta, quien me preguntara se escabullirá cómo medianamente pueda, y en mucho tiempo no volverá a preguntarme cómo estoy.
La realidad es la descrita anteriormente, pero que cada día resumimos en una sola palabra.... bien.

jueves, 2 de junio de 2016

Sensaciones. Visión de él . Relato

Sensaciones. Visión de él
“Hoy, tengo ganas de que conozcas hasta dónde puedes llegar, tengo ganas de que sepas qué es capaz de hacerte sentir tu cuerpo…” Tras mis palabras, un silencio en mi móvil…
“¿No sabes qué decir o tan solo te estás aguantando la risa? Jajajajajajajajaja” Mis carcajadas sonoras hacen que tú también te rías…
“No…es que…creo que ya soy grandecita para saber qué me puede ofrecer mi cuerpo…”
“¿Estás segura de esa afirmación? Bien, si después de lo que vamos a experimentar crees que ha sido una simple artimaña para tenerte a mi merced y que no has sentido nada extraordinario, podrás hacer conmigo lo que quieras durante 24 horas, repito, lo que quieras. Si en cambio, te sorprendo y realmente vives algo que no has vivido hasta ahora, seré yo el que disponga de ti durante 24 horas. ¿Aceptas la apuesta? (Sonrío)”
Casi no me dejas ni acabar la frase y me escupes un “Acepto.”, tu voz segura y rotunda, acentúa aún más mi sonrisa más perversa…
“Perfecto, escogeré yo el sitio, si no te importa, mañana a las 11:00 de la mañana en la calle Anne Desclos, número 54”
Como siempre, tu puntualidad rivaliza con la mía y me encuentras apoyado a la pared, fumando un cigarro y excesivamente sonriente…
“¿Subimos preciosa?”
“Por supuesto, caballero…” (Se nota a leguas tu nerviosismo…)
Sin preámbulos, nos adentramos en un edificio de apartamentos de época modernistas, venidos a menos, pero que aún conserva ese encanto de las cosas viejas bien cuidadas y sin saber ni cómo hemos llegado, cierras la puerta tras de mí…
Estamos en una habitación, luminosa, con grandes ventanales, difuminados por unas cortinas de gasa blanca que dan privacidad a las escenas de la calle, el color blanco nuclear de las paredes, casi deslumbra, el Sol invade la estancia, dando una calidez impropia en abril, la temperatura es más que agradable; el olor a suavizante impregna toda la habitación, es de lavanda…
La habitación está presidida por una cama enorme, con armazón forjado, el cuál miro de reojo y sonrío, mientras separo la cortina y fijo mi mirada en esas motitas de polvo que, con un ángulo perfecto, salen de la ventana hacia el suelo, de un color incandescente por el baño de los rayos de Sol que entran impetuosos en nuestro pequeño reducto de pareja; a los pies de la cama, un pequeño diván a modo de galán de noche de color beige y patas de madera tallada, muy rococó, te sientas en él, con las piernas cruzadas, buscando mi mirada, imaginando qué va a pasar; dejó pasar unos segundos, los justos para que no sepas a qué atenerte, te miro y me acerco, al llegar a ti, me genuflexiono y mientras busco tu cuello para besarlo, saco de no sé sabe dónde, un pañuelo de seda de color blanco, el cual situó con delicadeza en tus manos y mirándote a los ojos te susurro “Confía en mí, mi niña” asientes con la cabeza y te apartas el pelo para que pueda vendar tus ojos, lo hago de manera muy, muy delicada, sin oprimirte en absoluto, justo antes de perder tus ojos de vista, me detengo un segundo, suspiro y sin dejar de mirar esos ojos que me vuelven loco, te beso con pasión…
Te cojo de la mano y te incorporo, en un movimiento lento, pausado, sin brusquedad, te pones de pie y tus manos buscan las mías, las cuales entrelazo con fuerza mientras te beso y te susurro que te dejes llevar, me contestas “No sé, no sé, que tú eres muy peligroso jajajajajajajajaja”
Estás de pie, con tus ojos (Esos ojos que me iluminan) vendados y yo, me sitúo justo detrás de ti, pegando mí cuerpo al tuyo, tanto que no sé si es tu cuerpo, el mío o el de ambos, te cojo de las caderas y te beso el cuello y te susurro:
“¿Notas ese calor? ¿Notas ese cosquilleo? Concéntrate, nota como el calor te invade, como ese cosquilleo que nace en tu estómago se dispersa por todo tu cuerpo, como llega hasta tu nuca y hace que tu piel se salpique y acabes teniendo piel de gallina…”
 Asientes y me buscas, “No, espera, siente…”
“Nota mi calor, como mi cuerpo busca el tuyo, como tu cuerpo se adapta al mío, como mi calor se funde y alimenta el tuyo, destilas sensualidad, nota tu espalda, levemente arqueada, tus músculos algo tensos, tus piernas algo separadas, aunque te apetece abrirlas un poquito más, solo un poco más, el calor te obliga a ello, hazlo, déjate llevar, tu cuerpo es ahora el que manda…”
Mientras dejo que cojas consciencia de mis susurros y de tu nuevo descubrimiento, desabrocho tu blusa y te la quito, doblándola perfectamente y dejándola en el diván, te quito el sostén y dejo tu pecho al aire, pero esta vez, no me separo y mi cuerpo se adhiere al tuyo.
Sé perfectamente que un escalofrío recorrerá en cuestión de fracciones de segundo tu espinazo, provocando que tu cuerpo haga un movimiento brusco que amortiguo con el mío, te cojo de la cintura y hago que mi calor, se vuelva a mezclar con el tuyo y desaparezca por completo ese escalofrío que casi te parte, me separo y dejo en el diván, encima de la blusa, tu sujetador, tus manos me buscan pero sigues sin moverte, no tardo en cogértelas y entrelazarlas a las mías…dejo una de tus manos y me desabrocho mi camisa, con más pena que gloria, hacerlo con una mano, no me está resultando nada fácil y ahora notas mi pecho contra tu espalda, ahora ya puedes notar la pasión que desatas en mí, te susurro:
 “¿Lo notas? ¿Notas mi respiración? ¿Notas mi pecho?” mientras te susurro, mis manos están entrelazadas a las tuyas…Asientes…
Separo mis manos de las tuyas; mis manos buscan tu torso, mi torso busca tu espalda, mis manos empiezan a acariciarte, pero tan suave que casi es una cosquilla, tu piel vuelve a salpicarse y esta vez, sé que no lo evitaré dándote mi calor, tampoco lo busco, busco que el escalofrío te haga sentir, te ha descubrir el poder de una caricia, cómo reacciona tu cuerpo a una caricia extrema, a un mimo sin medida; aprietas los puños, lo noto, arqueas algo más la espalda y los músculos de tu torso se tensan, intentas mantener la cabeza en un perfecto plano vertical, pero te está resultando bastante difícil, desistes y dejas que la cabeza se incline hacia atrás y hacia la derecha, permitiéndome, hacerme amo y señor de tu cuello, el cual muerdo sin piedad de manera suave y delicada; mis caricias, sencillamente, te están matando, entre mis susurros, algún mordisco intempestivo y mis caricias, tu cuerpo solo te pide que lo cubran por completo, tú estás empezando a perder la voluntad y sólo piensas en cuándo llegará la próxima sensación por descubrir, cuándo te envolverá esa punzada de placer…
 “Ahora ya sabes qué es sentir…”
 “¿Imaginas qué sentirás, a partir de ahora, en un orgasmo?”
 “No lo imagines…siente…”
Me vuelvo a agachar y te quito la falda, los zapatos, las medias, tu ropa interior, lo ordeno todo perfectamente, mientras de reojo veo que te giras buscándome y con una risa medio pícara, medio burlona, te digo “Mi niña, no hagas eso o te vas…” no me da tiempo acabar la frase ante tu desequilibrio y tengo que agarrarte para que no te caigas “O te vas a caer jajajajajajajajaja” nos reímos “No me haces caso y quieres adelantarte, hoy, estás en mis manos, disfruta y siente, tan solo te pido eso, si, mi niña? Asientes…
Y vuelvo a empezar, vuelvo a castigarte, sin dejarte ni respirar, caricias y más caricias, mi respiración me delata, eres mi debilidad y ver cómo te excitas, me mata, ya no puedo aguantar más y busco tu sexo para acariciarlo, lo hago con una suavidad sibilina, quiero alargar tu placer, nada más rozar tu sexo con las yemas de mis dedos, te susurro:
“Notas esa oleada de placer que acaba de salir disparada desde tu entrepierna a tu cabeza? ¿Notas tu espalda totalmente arqueada? ¿Notas como tus músculos se tensan? ¿Notas como tus piernas se abren cada vez más para facilitarme que te acaricie? ¿Notas tu respiración, entrecortada, esos pequeños suspiros? ¿Notas esa humedad que tienes en tu sexo? ¿Ese calor que acaba de abrasarte las mejillas? Tus manos me buscan, buscan mi piel, necesitan tocarme ¿Lo notas?”
 “si i i  iii” No puedes ni articular el sí…
 Sigo acariciándote, y tú, ya has perdido el control, lo noto y mi cuerpo se prepara para ser el apoyo del tuyo, en breve, te va a costar muchísimo mantenerte erguida, lo sé, pero no lo voy a evitar, al contrario, voy a subir el ritmo para que eso suceda, quiero que sientas como tus piernas no son capaces de reaccionar y tus músculos se tensan tanto que no puedes ni moverte, el placer te va a inmovilizar…
Te asustas cuando notas eso “shhhhhh tranquila mi niña, sólo siente, déjate llevar, deja que tu cuerpo reaccione como él quiera, estoy aquí, no te va a pasar nada, sólo siente…” te dejas caer a plomo, mientras sigo acariciándote, tus rodillas están bastante flexionadas, tu cabeza totalmente apoyada en mi hombro y tú, ya no estás, no sabes si te has corrido o no, si es placer o qué es, sólo sabes que ya no puedes recuperar el control y yo, intensifico mis caricias y busco tu orgasmo, el cual no tarda en llegar, ya estás totalmente vencida y sólo dejas que el placer te embargue, mi cuerpo te sostiene por completo, tus gemidos empiezan a ser bastante más sonoros y roncos, noto como el orgasmo empieza a brotar, tu espalda se  arquea como un arco y tus músculos se tensan como la cuerda de una guitarra, notas como casi se rompen, esa mezcla de dolor-placer es indescriptible, te deja sin respiración y no puedes evitar, entre gemidos, buscar bocanadas gigantes de aire, no sabes cuánto llevas corriéndote pero te parece una verdadera eternidad y justo cuando crees que vas a partirte como un cristal al caer al suelo, ese sabor dulce, muy dulce y esa bajada de intensidad de placer que te devuelve muy lentamente a la realidad y empieza a soltar de su cautiverio al resto de tus sentidos, empiezas a tener mucho calor, empiezas a notar que tus rodillas vuelven a erguirse, que tienes la boca seca de tanto gemir, que el olor a lavanda lo estás aborreciendo, que quieres coger mis manos, tirar la venda a tomar por saco y besarme como nunca, pero yo te freno en seco, te cojo en volandas y te dejo en la cama, mientras te susurro “Ni te muevas o te caerás…”  me besas para callarme y al notarte la cama y mi cuerpo pegado al tuyo, te acurrucas buscando ese huequecito que ya lleva tu nombre entre mis brazos y mi pecho, te quitas la venda y sin abrir los ojos, buscas mis ojos con tus labios…

miércoles, 1 de junio de 2016

Estar

Y quien se preocupa por mi? Es algo que nos preguntamos, o me pregunto a veces...
Escucho de la gente que me conoce, que me preocupo por los demás,  que siempre estoy cuando me necesitan, que soy empatica.... pero quién  está  para mi?
Debiera ser una pregunta fácil de contestar. Lo lógico sería,  los mismos para los que o estoy. 
Tristemente no es así.  Debiera de saber que formo parte se una sociedad egoísta y qu cada uno vela por su ombligo. Eso no me limita a seguir estando. 
El problema es cuando necesito ese apoyo,  esa empatia. Y lo que encuentro es silencio por respuesta.  
Tal vez tendría que dejar de estar, de limitar ese apoyo,  esa presencia desinteresada. Pero no sé  ser de otra manera. Demasiado tarde para cambiar, aunque no para ser más elitista a la hora de elegir círculo del que rodearme. 
Estoy aquí y tu? 

lunes, 30 de mayo de 2016

Sueños

Dormimos y Soñamos,  aunque al despertar no recordemos más que habernos acostado. 
Otras veces despertamos con la sensación de vivir una vida paralela, a la que fuimos transportados en el momento del sueño. 
Es de esos días,  en el que al abrir los ojos he recordado parte de esa historia vida mientras dormía.  Era real,con sensaciones reales, caras reales... en un sueño irreal. 
Todo ello me ha hecho pensar. La gente que mi mente, mi inconsciente ha traído al sueño, hacía tiempo que no la veía,  que no compartía con ella más que pensamientos en la distancia. 
Tal vez, se acerque el día en que tenga que ponerle frente, deba decirle más de una cosa, pero ya carece de importancia. Todo tiene un momento y un lugar.
Hoy me deserrado recordando,  recordando el sueño vivido mientras dormía,  recordando que quien se aleja,  hay que dejarle ir y no seguir soñando. 

sábado, 28 de mayo de 2016

Querida.... cumpleaños. Cartas por escribir

Querida
En unos días será tu cumpleaños. No sé si lo celebrarás o por el contrario será un día más.  
Lo cierto es que me hubiese gustado tomarme una caña contigo, y habla como lo hacíamos antalo,  pero nada volverá a ser igual. 
Intento recordar, cual fue el punto de inflexión de nuestra rotura. En que momento nos distanciamos?  Cuando hubo un fin  del comienzo del adiós? 
Podría seguir haciéndome preguntas qu no sabría cómo responder. 
Me hubiera gustado plante arte más de una custion y que sin dobleces, dijeras tus posturas.  
Con el paso del tiempo y con perspectiva miro hacia atrás y observo los recuerdos. No creo que no me quisieras, tampoco que no fuese amistad, pero tu eterna competitividad para conmigo te ha hecho alejarte y que me alejase. 
En un día como hoy, siento pena de que las cosas tomasen cierto rumbo.  Deseo que hayas encontrado tu camino y que la felicidad forme parte de tu vida. 
Ojalá algún día. .. ojalá.  Mientras tanto caminaremos por sendas separadas.  
Cuidate. 

viernes, 27 de mayo de 2016

Explicaciones

Explicaciones. .. para que? Gastas saliva en exponer tus argumentos. Paso a paso, que sean fácilmente entendíbles y no lo logras. 
En un primer momento,  te convences de que no sabes explicarte, que tu manera de hacerlo no consigue transmitir con claridad el mensaje. 
De nuevo, lo intentas. Buscas una manera diferente.  La misma idea con otras palabras,otro tono, otro ejemplo. Y el mismo resultado. 
Y aún después del fracaso inicial,  lo vuelves a intentar. Buscas que te entiendan, que se pongan en tu piel. Y lo único que logras es apatía y desinterés. No importa lo que cuentes, ni tu posición, no interesa la empatia.  
Demasiadas explicaciones,  para oídos llenos de cerumen. Demasiadas palabras al aire sin receptor a la escucha. 
A veces creo que debiera existir una aplicación para que cuando alguien desconecte de una conversación,  discusión y demas, saltase una voz en on... el individuo esta fuera de cobertura o comunicando con la neurona despistada de su cabeza.  Sorpresas mayúsculas nos llevaríamos más de una vez. 
Así que, para que explicarme? No gasto mi tiempo ni mis esfuerzos en que no quiere oír.  Y cuando dejas de dar las explicaciones y puntos de vista, es cuando quieren oírlos,  pero lo siento.... estoy fuera de cobertura y comunicando con mi yo interior, que ese no contesta pero si me escucha. 

jueves, 26 de mayo de 2016

Relato. Primer encuentro... visión de él



Desde que me he subido al coche, no dejo de pensar en verla…

¿Cómo será su olor mezclado con el mío?

¿Cómo serán las marcas de mis manos en su piel?

¿Cómo será oír sus susurros, sus gemidos?

¿Cómo será tenerla?

Sonrío y voy calculando cada uno de mis actos, sus posibles reacciones, intentando neutralizar cada uno de los miedos que me atenazan…

¿Y si no acude?

¿Y si realmente no despierto su chispa?

¿Y si no quiere seguir?

¿Y si somos agua y aceite?

¿Y si no logro conquistarla?

¡Qué más da! Esta vez, voy a verla.

Voy recorriendo los kilómetros, pensando únicamente en sorprenderla, acorralarla y derribarla, sin piedad, ni compasión…he de sorprenderla para que no tenga opción a salir indemne, esta vez no.

Las primeras notas de piano justo antes de ese portento de voz, hacen que mis pensamientos obsesivos se diluyan en un sabor dulce, casi empalagoso; los gorgoritos de Adele, me dan una clarividencia que apabulla.

Ya sé cómo voy a sorprenderla. (Sonrío)

Me relajo en mi asiento y espero impaciente la primera área de servicio, mientras escucho una y otra vez el Some Like You; a los pocos kilómetros, cojo los auriculares, el móvil, el paquete de Marlboro y mis más perversos pensamientos para avivarlos con un cortado con la leche templada (por favor).

Empecemos:

“Te espero en el restaurante Nova a las 22:00 horas” (Sonrío)

Mientras recorro los 200 Km restantes hasta tu ciudad, sin dejar de escuchar a Adele y para contra restar la sonrisa de bobo que tengo tatuada, repaso cada detalle de lo planeado para que no se me escape absolutamente nada, aunque…me doy cuenta de que cíclicamente, siento la necesidad de piel, TU piel.

Me desnudo con toda la parsimonia del mundo y cambio mi actitud en un décima segundo, alimentando mi ego con los primeros acordes de una guitarra carabanchelera rasgada y esa voz tan particular del Drogas que sale a tropel desde el altavoz de mi Iphone

Y es que la piel llama a la piel y no se equivoca
Y es que después del atardecer solo quiero tu boca
Y mi sangre se vuelve cristal, que se quiebra como una copa, cuando siente tan cerca tu aliento y tu cuerpo sin ropa

La ducha del hotel, no me relaja, las sensaciones me desbordan y solo soy capaz de respirar con una forzada pausa para no dejarme vencer por el nerviosismo;  me siento en el suelo de la ducha y cierro los ojos aunque no puedo evitar adelantar acontecimientos y no dejo de verte desde el otro lado de la calle, con esa sonrisa sincera, abierta, nerviosa, pizpireta…y eso me parte en dos, me desarma, me hace temblar; me repito una y otra vez, debes controlarte, debes controlarte…

Preparo la ropa que voy a ponerme con inusual pulcritud y recojo de manera intolerablemente solícita la habitación como si fuese la antesala de un campo de batalla…y si…sonrío.

La bocanada de aire, me devuelve a la realidad y calma mis ansias; recorro las pocas calles que separan mi hotel del restaurante, calculando la hora, para llegar antes que tu; recuerdo el restaurante, pero no sé desde qué punto puedo verte llegar sin que me veas…observo las diferentes posibilidades y me sitúo a unos 75 metros de la entrada, desde allí, no podrás verme, pero yo a ti sí…

Esos 15 minutos que faltan para que llegues, me están matando; desactivo el modo avión y recibo tu aviso de llamada, algo que ya tenía previsto que sucediese y además, sé que pagaré cara mi osadía al bloquear el móvil para que no pudieras oír tan siquiera mi voz tras un mensaje tan impactante. Veremos que tortura me tienes preparada…


Te veo a lo lejos, tal y como he repetido en mi mente, tan solo, un millón de veces, decidida, coqueta, con esa sonrisa tan tuya, tan mía…escribo en el móvil Te vas a quedar en la puerta o vas a entrar? Veo los dos “check´s” y observo como me buscas, sabiendo de antemano que estoy allí, pero sin saber dónde…vuelvo a escribir Pide dos vinos...Enciendo un cigarrillo mientras veo cómo te sientas en la barra y pides dos vinos al camarero, intuyo hasta la mirada de resignación que le lanzas al camarero por saberte sola y pidiendo dos vinos. (Sonrío)

Apuro el cigarrillo, cojo fuerzas y controlo mis nervios, me dirijo hacia a ti, por fin…entro en el local y sin detenerme ni un segundo, me siento a tu lado como una exhalación, seguro, erguido y con esa sonrisa de niño malo que tanto te gusta, mirándote directamente a los ojos.

“¿Nos tomamos los dos vinos aquí o nos vamos a la mesa? No lo has probado aún…” Aprovecho la sorpresa de la pregunta y la desnudez que busca mi mirada en ti, para observarte de arriba abajo y dejar que tu olor me haga perder la cabeza por completo; sin duda alguna, mi sonrisa me descubre y ambos sabemos que se cierne una verdadera tragedia… ¿Empezamos?

Te doy mi mano para acompañarte a la mesa…sí, por primera vez, nuestras manos…aprieto fuerte y respiro hondo…desfilamos por entre las mesas, sin que ninguno de los dos note que va dando pasos, flotamos…

Para tu sorpresa, no me siento enfrente de ti, me siento a tu lado, sí, el camarero nos mira raro y ¿Qué? Esto solo ha hecho más que empezar…

Cojo la carta y pido por los dos, mientras te resumo el viaje relámpago a tu ciudad, para verte a ti. Solo a ti.

Doy un sorbo al vino y me doy cuenta que, hablemos de lo que hablemos, han desaparecido todos y cada uno de los comensales, los camareros, incluso las mesas…no hay nada, excepto tú y yo…y eso, no pienso desaprovecharlo…miro tus piernas y no me puedo reprimir, acaricio tu muslo derecho, con suavidad, con una suavidad tan acusada que es como el tacto del terciopelo…es de ese tipo de caricias, mal intencionadas, que finalizan en un escalofrío, tanto tuyo, como mío; no sé si ha sido tan leve que no te has dado cuenta, me sorprende que no retires la pierna y subo mis dedos, muy lentamente, pero sin detenerme, averiguando, sin querer (o queriendo) que tus medias son de liguero y sigues sin retirar la pierna, incluso juraría que la has acercado más…

Craso error (sonrío).

Cuanto más me des, más voy a querer. Y Si no me lo das, lo voy a coger y lo sabes.

Seguimos con una conversación banal, que ambos sabemos que no vamos a recordar en cuanto salgamos del restaurante; lo verdaderamente interesante, está pasando debajo de la mesa, entre el mantel y las servilletas, entre mis dedos y tu piel, húmeda, caliente, que cada vez se abre un milímetro más a cada caricia curiosa de la yema de mis dedos…Mis ojos, ya han dejado atrás la fase de desnudarte con la mirada, de jugar con tu piel, ahora, solo se dedican a marcarte el alma.

Y subo, sin detenerme, sin prisa pero sin pausa, hasta llegar a tu ropa interior, guardia y custodia de tu sexo, el cual quiero conquistar a toda costa, aquí y ahora. Recorro con dos de mis dedos tus labios, de manera suave hasta llegar al punto más elevado y aprieto levemente, forzando un respingo tuyo al notar como tu clítoris, no se resiste a un ataque frontal y directo, vuelvo a la carga y separo tus labios para empapar tanto tu ropa interior como mis dedos, no sabes dónde mirar, tus mejillas están totalmente encendidas, pero no eres capaz de cerrar las piernas y poner fin al suplicio que te estoy infligiendo, un impulso me hace acercarme los dedos y los olisqueo y los lamo, susurrándote muy cerca de tu rostro “Qué buen aroma…” para que la vergüenza se abrace a ti y no te suelte hasta que salgamos del restaurante y la brisa de la noche en tu ciudad vuelva a poner tus pies en la Tierra.

Ambos despreciamos el postre, porque deseamos otro tipo de postre.

Se me nota demasiado. Mi sadismo está siendo algo más que evidente, mis ojos me delatan, el castigo, me encanta y hoy, lo estoy saboreando…estás contra las cuerdas y no voy a dejar que salgas de ahí, al menos por ahora, las caricias te están matando y ya no sabes ni como ponerte…pero no voy a dejar que te corras, aún no, aquí no.

Al abrir la puerta del restaurante, invitándote a salir, no me puedo resistir y sin dudarlo lanzo mi mano hacia tu culo, dándote una palmadita muy suave, provocándome de manera irremediable una carcajada sonora al ver como das un respigo al no esperar esa acción innecesaria,  pero, aún sin saber por qué, te ha excitado aún más…

Deambulamos por las calles de tu ciudad, presumiblemente sin rumbo fijo, cogidos de la mano y hablando sin parar; no soy hombre de dejar cosas al azar y mucho menos contigo, todo tiene un objetivo y esta noche, no iba a ser diferente al resto de noches que hemos estado al borde del colapso con conversaciones trascendentalmente sexuales.

El camino hacia el hotel, se me estaba haciendo eterno y más sabiendo que no tenías ni idea de cuál iba a ser mi siguiente paso, solo te dejabas llevar; aprieto fuerte tu mano y con paso decidido entramos en el hotel, cruzando como un relámpago el hall, hasta llegar al ascensor, sin casi mirar, aprieto el número tres y te sitúo contra el espejo, como si escenificáramos un paso de Ginger Rogers y Fred Astaire, pero acabando con mi pelvis  incrustada a la tuya y mi pierna derecha abriendo las tuyas, para poder colar mis dedos en tu sexo, apartando la ropa interior de encaje en tan solo un movimiento, para poder sobar tu sexo a placer.

Paro el ascensor. Necesito tiempo (Sonrío).



Mis labios, no dejan de buscar los tuyos, mientras mis dedos, de una manera endiablada, siguen acariciando tu sexo, buscando tu placer, buscando que te cueste hasta tenerte en pie. Noto como tu humedad me empapa los dedos, como te dilatas, como te tensas y no paro, ahora no quiero parar, ahora quiero que te corras, así, junto a mí, agarrándome con fuerza, sin saber ni dónde estás, ni qué está pasando, bebiéndome cada gemido tuyo.

El ruido del motor del ascensor, nos hace recomponernos de manera momentánea, sabiendo que en cuanto nos cobije la habitación, va a ser peor, muchísimo peor.

Recorremos el pasillo hasta la habitación entre risas y susurros, hasta que cierro la puerta, en ese justo instante, nos quedamos callados, mirándonos, de pie, uno frente al otro, como dos niños que no se atreven a tocarse, que no saben si jugar o no…me acerco muy lentamente a ti y te como la boca, te la como porque me muero de ganas de hacerlo, porque no quiero ni puedo evitarlo, porque lo necesito como el respirar y ese preciso instante, el caos, ese caos que tanto miedo nos ha inyectado en vena todos estos meses.

Sin saber cómo, estoy justo detrás de ti, pegado a tu espalda, recorriendo con la yema de mis dedos, tus hombros, tu espalda, bajando la cremallera, jugando con tu piel, tan cálida, tan mía. Sí, por fin mía. Por fin…

Me desnudas sin dejar de mirarme, sin dejar que tan siquiera pueda moverme, el cinturón, la camisa…tus dedos, mi piel de gallina, tirando por la ventana todos y cada uno de mis miedos.

Por más que te cuente qué hicimos, a qué nos llevó todos nuestros juegos, todas nuestras palabras, todos nuestros versos, todos nuestros imposibles, todas las noches en vela, todas nuestras caricias, jamás podré definirlo con toda la pasión, intensidad e ilusión. Imposible poder relatar cuando mi sexo acarició por primera vez el tuyo o cuando entré en ti, una y otra vez o cuando noté como tu cuerpo, tenso, se pegaba al mío como si no hubiera más espacio en todo el universo o cuando tus gemidos me arropaban dándome el calor necesario como para explotar en lo más hondo de tu ser.

No debería recordar cada uno de esos momentos, mientras me voy de la habitación, dejando una nota en la mesita de noche, rogándote que no sufras, que antes de que me eches de menos, estaré a tu lado…

Verte, allí, dormida, tranquila, con el pelo alborotado y nuestro perfume por toda mi piel, me va a quemar el alma.


miércoles, 25 de mayo de 2016

Problemillas

Cuando no tienes tiempo para pensar demasido, los problemas se minimizan, no es que desaparezcan, pero si el grado de su importancia.  
El estar ocioso nos hace darles vueltas a las cosas, el ver fantasmas donde sólo hay sombras por falta de luz. El suponer en lugar de cerciorarnos. El no disfrutar se cada segundo.  
Todos, sin excepción.  Todos tenemos problemas, historias que nos preocupan ... y cada un buscador la mejor manera de enfrentarlos y sobrellevarlos. 
Cuando tienes mil cosas que hacer,  y escasean los momentos para comerte la olla, los problemas empiezan a ser menos, y no es que se disuelvan, pero no aumentan la importancia de las nimiedad de esas cosillas que día a día nos pueden hacer perder la sonrisa. 
Y en el momento, después de andar a cien, no parar,  te detienes a observar. Compruebas que los problemas que creías tan grandes, que tanto te hacían perder la compostura, no lo eran tal, sino que era tu actitud ante ellos. 
Problemas, problemillas y caos, siempre van a existir en nuestro día a día. .. pero no pierdas el tiempo preocupándose por tonterías,  la vida es más simple y más hermosa que todos esos nubarrones en un día gris. Siempre habrá un arco iris para quien lo sepa ver. 

lunes, 23 de mayo de 2016

Avestruz

Avestruces disfrazadas de personas, así es mucha de la gente que me encuentro.  No llevan plumaje, ni tienen un largo cuello, y menos aún corren. Ellos son más de meter la cabeza en el agujero. Si pudieran meterían el cuerpo entero. 
Avestruces de la vida. No enfrentan a los problemas, piensan que van a desaparecer de su entorno si no los ven.  
Conocen las circunstancias, los problemas, lo que podrá pasar, pero se ocultan detrás de la pantalla del no querer saber, de no enterarse  hacer que no se entera y esconden de nuevo la cabeza. 
El problema de este espécimen, no es que no afronten lo que viene o sucede, sino que dejan el embolado a los que no pueden mirar hacia otro lado. A los que no son tan cobardes para no enfrenar la mierda que las avestruces no pisan y esquivan con maestría.  
A ver... Avestruces de la vida, por mucho que escondas la cabeza, el problema sigue es ando ahí,  y os va a patear el culo. Y sino os lo paea, la mierda os va a salpicar. Y por mucho que otros lo terminen arreglando, la cabeza eternamente en el agujero no la podéis tener...
Así que o no la metéis o la sacáis cuanto antes, os ponéis las pilas y empezáis a enfrentar las cosas de una vez... que un se cansa de salvar avestruces y no sois un animal en vía de extinción,  que en los últimos tiempos os estáis reproduciendo a una velocidad vertiginosa....

domingo, 22 de mayo de 2016

Te doy

Cada día escucho que la gente está  cansada de dar y no recibir. Y posiblemente tengan razón y sea así.  Pero uno da cuando quiere o asi lo siente. 
No podemos dar y estar esperando recibir. Si das, das y sino recibes, pues no recibes. Llegados a ese punto cada uno decide si quiere seguir dando o no, y nunca escudarse en que no le dan para dejar de hacerlo. 
Doy si tú  me das. Que triste filosofía.  Es mejor dar porque quiero, sin esperar que sea recíproco,  aunque ello no nos exime de desear recibir lo mismo o parte de lo que damos. 
Doy sin esperar, pues al no hacerlo es cuando más recibo.  Estoy, porque quiero estar, si sintiese la obligación de tener que estar, seguramente ya me hubiese marchado. Te abrazo porque quiero, porque lo necesitas,  porque me sale, y no por ello tu me vas a devolver el abrazo. 
Sonrío porque me gusta, porque me sale. Te sonrío porque , no hay un motivo concreto y ciento por el que hacerlo. No busco que tu me sonrías pero me devuelves otra. 
Y así sucesivamente. No esperes nada cuando das y veras como recibes el doble de lo entregado. 
No podemos pedir que nos entreguen lo que no están dispuestos a darnos,  y el hecho de pedirlo hace perder al hecho o al acto cualquier valor sincero. 
Te doy porque quiero, porque me sale, porque me da la gana... y no porque espere, o porque vayas a dármelo. .. solamente recibe lo de la misma manera que te lo doy.... 

sábado, 21 de mayo de 2016

Quería amiga? Cartas por escribir.

Querida amiga...
Me gustaría empezar con un qué tal estás?  Un qué  tal te va la vida? Un cómo te encuentras?  
Pero después de tanto tiempo, imagino que bien.
No sé en qué momento pasamos del contacto diario al absoluto silencio. Tal vez a raíz de que he dejado de buscarte, y tú no tenias la necesidad de hacerlo.
No hace mucho, alguien me dijo que quien te quiere te busca, y a quien le importas, te lo demuestra. Y esas palabras son muy certeras. Tal vez, y solo tal vez, no me quisieras, tal vez y solo tal vez no te importaba.
No me duele tu ausencia, ni tampoco tus silencios. Lo que me ha sorprendido, es tu falta de empatia cuando ya no me necesitas te.
Algunas personas, que me conocen , nunca entiendieron que te defendiera, y defendiera nuestra amistad.  Justificaba tu proceder, luchaba porque te vieran con mis ojos. Pero al fin, ellos tenían parte de razón que tú te has encargado de dársela.
Que tal? Espero que bien, que todo te vaya bien, y si algún día algo te va mal... espero que no sea así. .. no me busques, estaré  ocupada o fuera de cobertura.
Ay querida amiga, la amistad es como una planta, si la riegas demasiado la ahogas, y la falta de agua; la seca.
Vuela, vuela alto , eso te gusta, pero recuerda no existe vuelo, en el que no haya que posarse en el suelo en algún  momento.
Un saludo de una amiga que algún día lo fue.

viernes, 20 de mayo de 2016

Vivir

Algún día iré,  algún día haré,  algún día ..... nos pasamos la vida haciendo planes cómo si de veinte vidas dispusiesemos, y nos olvidamos que sólo tenemos una. Una única vida que deberíamos disfrutarla cada día,  cada instante, pues no sabemos su duración,  simplemente conocemos un dato, tiene fecha de caducidad. Y aunque en la teoría debiera de durar hasta la vejez, en algunas ocasiones se acorta sin previo aviso. 
Normalmente vivimos los días esperando a mañana para hacer eso que deseamos,  en lugar de hacerlo hoy, de luchar por alcanzar ese sueño y dejar se esperar que alguien nos lo haga realidad. 
Vida solo hay una y no más que una, y eso no exime de que nos dé  más de una oportunidad, las cuales depende de nosotros mismos y solo de nosotros aprovecharlas. 
Con los años aprendes que los días pasan y no vuelven y la mejor sensación que uno puede tener, es la de haber vivido, pues lo contrario tw sume en una desesperación al comprobar que han pasado los días de tu existencia sin pena ni gloria.
Y tu a que esperas para vivir? 



jueves, 19 de mayo de 2016

Relato. Primer encuentro

Habíamos quedado, me sorprendió  su llamada para vernos.  Pensé en que sería una broma, pero no. La llamada de la mañana fue como las de siempre, relativamente normal, sin dejarme intuir lo que estaba tramando.  Lo raro fue el mensaje de media tarde... te espero en el restaurante tal a las 22;00 para cenar. Era uno de mis restaurantes favoritos. Pero como iba a estar él  si me había dicho que ese fin de estaría de viaje? Además desde su ciudad a la mia había muchos kilómetros de distancia.
 Le llamé después del mensaje, y teléfono apagado o fuera de cobertura. 
Eso me mosqueada, pero al mismo tiempo me alegraba porque tal vez había venido a verme por fin. 
Toda la tarde nerviosa, y sin saber cómo vestirme. Revolvi el armario de arriba abajo, hasta que encontré algo que me gustase. Primero pensé en arreglada pero informal, pero por otro solo hay un primer momento para un buena impresión así que me vestí como para la mejor cita de mi vida, aunque no sabia que pasaría.
Me metí en el baño y llene la bañera, necesitaba relajarme y estar tranquila. El reloj corrió rápido casi sin tiempo para dejarme pensar. 
Me vestí,  ropa interior negra, con el encaje justo, sutil y provocadora. No podía perder la ocasión,  medias musleras, tacones y un vestido negro, que insinuaba y mostraba lo justo. Pensé en maquillarme, pero opte por un poco de rimel y los labios rojos. Gotas de perfume y me encamine hacia donde había quedado.
Según caminaba el nerviosismo me podía.  Miraba el movil y sin ningún mensaje. Observé  desde fuera y no vi nada,varias parejas y algún caballero de espaldas.
 De repente un mensaje... te vas a quedar en lapuerta o vas a entrar? Volví a mirar a mi alrededor , nada. Entre y me senté.
De nuevo un mensaje.  Pide dos vinos...
Me sentía tonta pedir dos vinos si estaba sola. Pero le hice caso. Se acercó el camarero y pedí dos vinos. Esperé paciente, y el camarero volvió , ni siquiera lo miré hasta que se sentó en la mesa. Era él. Con su sonrisa de travieso y desnudadome el alma.
La complicidad de su mirada y la mia fue desde el principio.
 Pasamos al comedor,la comida estaba buena aunque no recuerdo cuales fueron los platos. Estaba concentrada en él, en como me seducía y yo me dejaba.
 Jugamos al cortejo, y cada vez las ganas iban a más.  Note su mano rozando mi muslo, intentando saber que tipo de medias llevaba. Su mano fría, rozandome el muslo y mi sexo empezó a humedecerse.
  Quería que subiese su mano un poco más,  pero él se detuvo, de vez en cuando estiraba su dedo acaruciandome más arriba,un juego que me encendió y me empecé a ponerme colorada.
Me miró y se percató de mi rubor,subió la mano más arriba impregnandose de mi humedad,  jugueteo con sus dedos,  retiró la mano y se la acercó  a la cara y la olfateó. Que buen aroma, dijo y sonrió.
 Mi sonrojamiento era mayor e iba en aumento por segundos.
Pedímos el postre,  ya estaba encendida aunque intentaba disimular, tarea imposible.
El parecía disfrutar de tenerme así.  Acabamos de de cenar,  al salir me cedió el paso dándome un pequeño azote y soltó una carcajada seductora.
Empezamos a caminar, hablábamos . Pensé que iríamos a tomar algo, pero al paso por delante de uno de los hoteles que encontramos durante el paseo, me cogió  de la mano y me empujó  para adentro.
Yo reía nerviosa. Nos metimos en el ascensor el marco el tres y en cuanto se cerraron las puertas, se acercó , me acorraló contra la pared y me empezó  a besar...
Su mano se deslizó por mi entrepierna y paró el ascensor, volvió  a marcar, no sé que número pero se puso en marcha de nuevo. Y volvió a pararlo otra vez.
Sus dedos se hicieron paso entre mi braga y mi sexo y me hizo correr hasta estremecerme, sin dejar de besame hasta sentirme extasiada.
 Cuando me pude recomponer lo vi mirándome y sonriendo. Marcó  el tres de nuevo y salimos del ascensor. Me llevaba de la mano hasta la habitación 302. Metió la llave y cerró la puerta.
De nuevo me beso. Me bajo la cremallera recorriendo  con sus dedos mis hombros, la espalda , mi cadera.
Me tumbó en cama y me quito lo tacones. Le acerque y empecé a quitarle el cinturón,  desabrochar la camisa y recorrer su cuerpo con mis dedos.  Los dos a medio vestir o más bien desnudos, nos besamos, y desatados las ganas que llevábamos guardando tanto tiempo.
Me hizo suya una y otra vez,
sintiéndolo dentro de mi como si fuese el primero que se había adentrado hasta alli. Su aroma, mezclado con el mío y las ganas de sentir,me quedé dormida en sus brazos. Al despertar, una nota.. ... Tesoro no te vayas vuelvo antes de que me eches de menos.