Momentos en los que no sabes si vas o vienes. Momentos en que dudas entre caminar y quedarte quieto. Momentos en los que llorar es lo que quieres, y terminar por reír.
Así es la vida, una constante contradicción. Nos debatimos entre la mente y el corazón, e incluso, entre la mente y la razón.
Tomamos decisiones, actuamos, vivimos. ... pensando, sin pensar, meditando, instintivamente y a toda prisa o pausadamente.
No hay manual escrito para esos momentos, en los que somos un torbellino de emociones y no vemos el epicentro del huracán.
Pararnos y observar, es una opción, que tendríamos que barajar, pero que en esos momentos es inpensable.
Y mientras pasan esos momentos, seguimos hacia adelante, sin detenernos. Damos pasos uno tras otro, día tras día. .. hasta que rebobinamos y repasamos esos momentos.. y ahí empieza la reflexión.
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