viernes, 28 de enero de 2022

Mascarilla

 Llevamos tanto tiempo con la mascarilla que ya nos olvidamos de algunas caras  de algunos rasgos de las personas que antes nos eran más que conocidas. 

Digo esto porque a mi me ha pasado de quedar con alguna amiga e ir a comer, y cuando se quita la mascarilla, el primer momento es de sorpresa, pues ya no me.acordaba de su cara al completo.

A lo mejor esto solo me pasa a mi que soy un tanto rarita. 

Otra cosa de la mascarilla es que disimula nuestras expresiones.  Algunas personas hablan con los ojos y aunque lleven puesta la mascarilla, les notas las intenciones e ideas a través de su mirada. 

Sin embargo hay otras personas,  que son la imposibilidad personalizada. A esas, a veces me dan ganas de bajársela para ver su cara debajo. 

No sé lo que pasará, si en un futuro lejano o más bien cercano dejaremos de usarla. En ese sentido tengo sentimientos encontrados , pero ese es otro tema al que ya dedicaré unas líneas en otra ocasión. 

Lo cierto es que soy muy expresiva, y la mascarilla me ha salvado en más d euna ocasión de tener algún contratiempo con más de una persona. No sé  si me acostumbraré a no expresarme instintivamente con mi cara. Lo cierto,  es que el ser humano nos adaptamos más rápido de lo creemos. 

Mascarilla con o sin ella, no dejemos de ser nosotros mismos.  


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