domingo, 24 de mayo de 2015

Eleccion

Día de elecciones. Ya se que e dije y redije  que no hablaría de las elecciones, pero no puedo. El otro día hice el comentario de que si toda la gente que alardes de desencanto no ejerciese el derecho a votar y se se quedase en casa, otro gallo cantaría.
Como era de esperar, algunas personas me comentaron que era una utopía,  cosa que no discuto. Pero cualquier realidad difícil de  concebir, en algún momento fue una utopía. Claro, que es mejor no molestarse en cambiar las cosas, pero no dejar de quejarse lo malas que son.
Otras personas, que ocultan muy bien los colores, o eso creen ellas, buscaban razones para votar al malo conocido que al bueno por conocer. Y los otros que creen en la panacea que nos venden los nuevos personajes del campo político,  ansían creer en ellos con todas su fuerzas.
Nada cambiará porque no hacemos nada para ello. Mientras escribo esto no sé  si votaré  o no,  ni tampoco a quien hacerlo en caso de acercarme hasta allí  estoy cansada de promesas, de palabras llenas de falsedad y de falta de convencimiento.  De discursos escritos por alguien que busca el impacto y no la realidad. Estoy hasta los ...... de tanto inútil que mete mano a todo lo que puede y ño que menos le importa es que pasara con cada uno de los ciudadanos de este país,  le haya votado o no.
Es que cada día me  convence más la idea de que los políticos que tenemos, no son más que el reflejo de lo que somos. Aparentar honestidad, cuando están fe mierda hasta las orejas. Fingir que todo va bien cuando mal es poco. Decir a toso que si, sin escuchar al que está al lado. Saltar la basura por si pisa y salpica más de la cuenta y se mancha el traje que le han regalado. Quedar bien y no gastarse un duro. ... y podría seguir.
Que nadie se ofenda, que como en todo los sitios la excepción confirma la regla.
Pero, pensad un poco, esto de la política no es más que ansia de poder, dinero y relaciones. Quien estuvo, gobernó,  no quiere perder lo. El que lo tuvo y lo perdió, busca desesperadamente recuperar lo.  Y el que no sabe lo que es, desea probarlo, pues si los otros lo quieren tanto, no debe de ser tan malo.
Y así nos va, o algún iluso se ha creído el cuento de que los políticos se dedican a la política por el beneficio de los ciudadanos, el bien común y no el suyo propio?  Algún incauto aun creerá en los Reyes Magos y que hay políticos honestos.
Cada uno que vote lo que quiera,si puede, que dicen que somos un país libre.....

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