Vamos a llamarte querido por no ponerte otro apelativo peor, o mejor , según se mire. Hace tiempo que no sé nada de ti, y tampoco he intentado saber. He respetado tu silencio. A veces soy cabezota e insisto, pero otras soy demasiado pasota, con quien me trata de la misma forma. No voy a entrar en como me has tratado, por la simple razón que no juzgo a las personas y menos aún las que han significado algo en mi vida, pues es poner en tela de juicio mis propias actuaciones. Imagino que han sido razones de peso e importantes para comportarse asi, y reitero que no busco explicaciones.
No quiero saber, no me apetece hablar contigo y menos aún pedirte cuentas. Sólo deseo que estés bien, que encuentres el camino que tanto ansias, y en el fondo espero que seas feliz, porque no soy capaz de albergar rencor hacia ti. Y esto no es más que por mi parte poner una lanza a favor de que algún día, no se cuando pero no ahora podamos reírnos de lo que ha pasado.
A veces me pregunto que hice mal,y es ahí donde entiendo que no hice mal, que actúe como sentía, aunque no fuera de la mejor manera. Y me topé con un muro, con un laberinto lleno de trampas y de falta de claridad. Y no hablo solo de ti, sino de las circunstancias que nos rodeaban a ambos . También pienso más cosas, y esas me las guardo para el día que nos tomemos una caña,si es que llega el momento.
Tampoco tengo claro que leas esta misiva, o en algún momento has intentado saber de mi. Si es el caso, sabes donde encontrarme y espero que algún día lo hagas... cuidate y se feliz, que la vida se escapa y el tiempo no vuelve, aunque creamos que te nos todo el del mundo.
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