lunes, 22 de junio de 2015

Ruta

No tengo respuestas, y tampoco me me he planteado las respuestas. Debiera ser al revés pero yo no soy convencional ni para eso.
Cerebral en el amor y pasional en la vida. Estaría bien ser en las dos cosas, ambas. Pensándolo bien solamente una vez he dejado que me llevase la pasión y cegase mi razón.  De esa vez guardo un sabor dulce con regustillo amargo. Y si hago un poco de memoria haría de nuevo cada una de las locuras de entonces y alguna más.
Cerré con llave ciertas emociones, cambie pasión por razón, locura por cordura y placer por deber. No me arrepiento de las decisiones que hasta aquí me llevaron, aunque siempre aparece una brisa que puede ser vendaval y descoloca todo.
No me planteo mañana, tampoco hoy. Soy consciente de las limitaciones de ciertos actos, si uno quiere ser consecuente.  Tener miedo, es normal, y aun así arriesgar, es de valientes llenos de osadía.  No tengo plan de ruta, ni preguntas sobre el destino, solo el hoy y el ahora.
Todos buscamos la felicidad,el cielo azul, las estrellas brillantes, los colores atractivos,  pero también hay que ver la magia de las tormentas, los matices de los grises, las estrellas que se apagan o que no se ven.
Puedo plantear una vía de escape, pero sería  eso, escapar y si algo soy, es valiente y no escapare  aunque mis piernas deseen hacerlo y mi mente más.  La vida es una constante ruleta de aciertos y desatinos y con el tiempo, esas decisiones, esas renuncias, nos recuerdan quienes somos y como hemos vivido.

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