miércoles, 29 de abril de 2015

Un café?

Las cosas más simples y más normales, son a veces las cosas más increíbles y más satisfactorias. Seguramente la rutina no nos deja disfrutar de pequeños placeres, como tomarnos un café  a las doce de la mañana.  Lo importante no es el café en si mismo, sino el hecho de disfrutar el café sin prisa, sin mirar el reloj, solamente paladear lo. 
He roto esa rutina, y me ido a caminar por la ciudad. Día soleado, gafas de sol y a paso lento, sin prisa.  Perderme por calles tan conocidas como no recordar cuando las pisé  un día por la mañana, un lunes o martes, un día de semana. La sensación fue placentera y extraña, me sentía rara, como si no fuese mi lugar . Tanto correr, tanto sin parar, que cuando puedes hacer aquello que no puedes cuando el tiempo apremia, es raro, diferente. 
Me he tomado tiempo para mi. Guardar el movil en el bolso y desconectar.  Me escondí un poco tras las gafas y caminé,  descansé en mi cafetería favorita, me perdí en tiendas vacías que a otras hora ni se puede entrar.  
Y esos pequeños placeres y otros que no contaré,  pero cada uno tendrá su propia lista,  es lo que he intentado y estoy logrando. A veces no tenemos tiempo para nosotros mismos, y sólo es buscar el momento adecuado. Y si inesperadamente se presenta el momento, aprovecharlo y no dejarlo escapar.  
La vida pasa en un suspiro y solo quedan esos instantes, que al recordarlos, nos ponen una sonrisa, y al vivirla una más grande. Disfrutemos de esos pequeños momentos que siempre son muy grandes. 
Un café? ?


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