Planes y más planes... y al final de tanto planear perdemos el tiempo en pensar, idear lo que vamos a hacer y nos olvidamos de llevarlos a cabo. Los proyectos son importantes. Qué sería de la vida sin metas? Sería lineal, y no hay nada más aburrido que una línea sin fondo, en la que no pasa nada más que caminar y caminar son sobresaltos.
La rutina es eso, la falta de motivación de pequeños cambios que al final son grandes instantes por disfrutar.
Pensando y pensando en los planes que tenía y picos cumplí. Pero en ese torrente de ideas y de lugares a os que ir o hacer, que no hice y algunos nunca haré, hay muchas historias que no planeé y que jamás pensé vivir.
La vida es una sucesión de planes que intentamos llevar a cabo y otros que quedan olvidados por otros nuevos. Pero mientras no se cumplen, no podemos dejar de vivir, de soñar y de sentir.
Planeamos tanto, que olvidamos que los días nos sorprenden con propuesta nuevas que a veces obviamos y otras nos rendimos ante ellos como si fuesen cosecha nuestra.
No planees tanto el mañana y vive el ahora que será el pasado de mañana y el futuro de ayer.
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