A veces se asoma el miedo y se apodera de toda cordura y optimismo. Ese miedo te llena las ilusiones y las ansias de lograr lo que deseas. Puede ser temporal, o duradero, pero ahí está.
Tenemos miedo a fallar, a no estar a la altura de las circunstancias. No tener aguante, que las fuerzas escaseen, o simplemente no salvar la situación.
Tenemos miedo a no sentir, o sentir demasiado. A amar y no ser amado, o a no querer , no saber lo que es sentir y ese sentimiento sea correspondido.
Tenemos miedo a lo que vendrá , a lo que el destino tiene preparado para nosotros. Y también a arrastrar el pasado y no ser capaces de soltar amarras.
Tenemos miedo a no ser felices, a no saber lo que es eso que se llama felicidad completa, o conocer su existencia, y poder ser parte de ella.
Tenemos miedo a estancar nos, a no saber vencer el miedo que nos visita y se apodera de nuevo de nuestros días. A no prosperar, a rendirnos sin luchar.
Tenemos miedo, unas veces más que otras. Y de repente respiras, sientes que estas vivo, y recuperas tu vitalidad y las ganas de comerte el mundo, de alcanzar tus metas. Olvidas el miedo a sentir y sientes, sangras, te enamoras.
De repente pierdes el miedo y vuelas, tropiezas, caes, vuelves a levantarte y Vives!!
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