Te escribo después de mucho tiempo, porque es hora de recordarte que aunque haya pasado el tiempo me acuerdo de ti. Posiblemente los recuerdos se mezclen y viajen en un mismo camino.
A veces la ausencia de contacto, no significa que no tengas presente a alguien, pero el miedo, el posponer esa llamada y el no saber, hacen que pasen los días y no hagas esa llamada que deseas.
El otro día empecé a recuperar esos momentos que había guardado en el cajon y que no recordaba. De repente fueron haciéndose nítidos, recordando cada instante, cada luz, cada risa. Y lo que creía olvidado estaba intacto en mi mente.
Te escribo porque no quiero olvidar, quiero recordar y tener nuevos recuerdos que compartir, porque cuando las experiencias son buenas, se deben tener presentes, echar de vez en cuando una vista al pasado para ir hacia el futuro.
Podría contarte muchas cosas, pero casi mejor en vivo y en directo y con una caña en una terraza, como aquel día de julio en el que el sol arropada nuestra compañía.
Todo vuelve y todo se va, y de nuevo vuelve y es hora de continuar....
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