En la vida aun que no queramos, esperamos que los demás nos entiendan y actúen como lo haríamos con ellos. Y eso no sucede, y si sucede es en pocas ocasiones. Nos pasamos esperando, entendiendo, explicándonos, exponiendo nos. Y todo ello nos consume energías y positivismo.
Cuando ya nos cansamos de intentar que los demás empaticen con nosotros, sin quererlo empezamos a soltar lastre. El dejar de esperar nos comienza a hacer más libres, y mucho más realistas.
Debemos ser nosotros mismos, contar con nuestras posibilidades, luchar por nuestros sueños y dejar que quien quiera a compaña nos lo haga, sin esperar que vengan.
Es duro dejar a gente por el camino, personas que han elegido dejar de andar y tomar otro sendero, pero esa es la vida. Cada uno debe elegir, sin presiones, aunque siempre las hay, sopesar el mapa que nos pone la vida y seguir hacia adelante.
Hablo en líneas generales, y me lo aplico a mi en concreto. Ni puedo seguir esperando por esas personas que no quieren venir o por elección propia han decido no acompañarme. No puedo culparles y menos aún esperarles, y si algún día nuestros caminos se cruzan ya veremos que ocurre, pero hoy por hoy yo camino con mis pasos y no con el ritmo de otros.
Mejor no esperar nada, y todo lo bueno que venga bien recibido será. ....
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