sábado, 3 de octubre de 2015

El principio. Maria

En algunas ocasiones he escrito sobre María,  contando sus medias aventuras. A María la conozco hace mucho, mucho tiempo. La conozco desde que empezó a dar sus primeros pasos y de eso hace ya mucho tiempo.
Si me pongo a recordar, la recuerdo siempre con una sonrisa en la cara, y siempre en movimiento.  Nació en el seno de una familia humilde, o de clase media como se dice ahora. No tuvo una infancia llena de abundancias, ni grandes regalos por sus cumpleaños. Lo que si tuvo es el amor de una madre que siempre estuvo ahí y aun está, una madre que la apoyo incondicionalmente y aún lo hace hoy.
Con su padre, la relación es diferente al día de hoy, pero cuando era una niña, sentía adoración por el cabeza de familia, tal adoración se fue transformando en falta de entendimiento y en desconfianza. Aquel hombre que ella respetaba, no era más que un hombre inseguro,  aveces incluso agresivo y con falta de empatia. No le guarda rencor, pero si una pena le inunda, ya que no lo entendió entonces y ahora es solo un extraño con el que la comunicación es solo un postureo de corrección y de saber estar.
Maria aunque tuvo que lidiar con unas situaciones que no debiera enfrentarse ningún niño, nunca perdió su señal de identidad, su sonrisa. Y ahí hizo su coraza. Se vestía el traje de todo esta bien, tragando en su interior , todo aquello que la debilitada,  callando se sus miedos y transmitiendo a su alrededor una fortaleza que ella se termino por creer.
Y aunque no fue la infancia perfecta, ella prefiere quedarse con los pequeños momentos y el amor de su madre, que siempre la animó  a luchar por sus sueños.
Maria se merece que la conozcan sin trajes , sin florituras,  sin adornos, porque el mundo está lleno de Marías.  Mujeres luchadoras y llenas de ganas de vivir, que la vida les han puesto más de un obstáculo y no han dejado de caminar y de seguir hacia adelante.
Empieza la historia de una mujer,  la historia desde el principio.....

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