Va camino de trece años de tu ausencia. El mismo día que yo cumpliría años, uno menos, que siempre me recordabas que eras más joven. Hace tiempo que te fuiste y aun me emociono al recordarte.
Hay días que te maldigo por haberte marchado y dejarme sola. Otros, te echo de menos tanto que hasta puedo sentir tu presencia. Y hay algunos días en los que converso contigo, esperando que me respondas.
Mentiría si dijese que no anhelo verte, abrazarte e incluso darte alguna colleja, aunque me tenga que poner de puntillas. Y tras el anhelo, viene la realidad recordando me que eso jamás ocurrirá.
Sé que me miras sin que te vea, me cuidas sin que lo note y guías mis pasos. Y aunque eso es mucho y tw lo agradezco, me encantaría uno de esos abrazos de oso que me dabas, en los que lo de menos era ha lar y me hacías sentir que todo saldría bien.
Tefelicito cada año, esperando alguno recibir un mensaje o una señal de que lo recibes, pero no llega o yo no lo enviado a la dirección correcta.
Felicidades viajero, viajero que prometió que nunca se alejaría, pero nunca regresó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario