lunes, 7 de diciembre de 2015

Días torcidos

Hay días que te levantas con el pie izquierdo.  No existe tropezón,  ni fallo en el despertador, ni nada que parezca un día malo. Todo se reduce a tu sensación.  Te miras en el espejo y como que algo no cuadra. Desayunas como los demás días,  y el café no surge el efecto deseado. Te sientas para empezar a vestirte y el cuerpo te pide a gritos volver a tumbarse y no levantarse hasta dentro de mil años....
Finalmente te vistes,  te arreglas, haces lo de cada mañana, pero el torcimiento mental está ahí. Intentas darle la vuelta, volver a.... podía ser peor. 
Qué  caray, también podría ser mejor...
Hay días que son así,  torcidos sin más,  y los lunes tienen mucho de eso, y si cuadran como vísperas de festivos, más.  
Hay días que por mucho que quieras empiezan torcidos y muy torcidos... y acaban como acaban, o torcidos del todo, o más derechos que una vara. 

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