jueves, 17 de diciembre de 2015

Hacer lo que...

Hacer lo que quiero y pienso y dejar de preguntar tanto. Eso me has pedido. Y tienes razón, le doy vueltas a las cosas, y el temor a meter la pata, hace que mida mis impulsos, y logró lo contrario de lo que pretendo.
Medir mis palabras, no ser yo,  hace que tu escudo se haga más fuerte y te escondas todavía más, tras él.  Y eso me hace más vulnerable, insegura y torpe.  Y no saber como remediarlo aumenta todo eso y más.
Cuando te tengo enfrente, no dudo,  actúo, te miro a los ojos y no tengo miedo, todo lo negro desaparece. Sin embargo cuando estas lejos, me vuelvo pequeña.  Me dices que todo lo he conseguido contigo lejos. No es cierto. Hay lejos y lejos. Y al lejos que me refiero no es de distancia kilómetrica, sino distancia emocional. Esta parte, no te la expliqué, tal vez para no remover más el tema. Tal vez, porque he seguido tu consejo y no me apetecía.  No darle vueltas, simplemente  es eso lo que siento y así lo digo.
Esta mañana ha sido el primer día que no te he saludado, ni los buenos días.  Y pensarás que lo hago por enfado,  berinche, o por fastidiar, noooo. No me apetece. Los últimos días me sentí incomoda ir detrás pero no quería que pensaras que me pasaba algo, y seguía con la normalidad.  Pues hoy me da igual, piensa lo que quieras, y tienes razón,  debo hacer lo que quiero. Hoy es buen día para empezar.
Tú tienes un escudo, yo voy sin armadura... pero cubierta de miedos que voy dejando caerse poco a poco.
Aunque no lo diga.... te deseo un buen día. ....

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