viernes, 3 de julio de 2015

El tren

La vida está llena de trenes a los que podemos subirnos, no pasa uno solo, ni con solo una dirección. Esos es un mito, que muchas veces nos contaban para que nos subieramos al primero. Y con el tiempo ves, que ni el primero es el bueno, ni que el último es el peor. El tren nos lleva a diferentes parajes y a diferentes paradas, y somos nosotros los que decidimos donde, a cual y cuando subir o bajar.  
Lo que menos importa,  es el tren por fuera. El aspecto, puede ser un tren aparentemente destartalado, y no por ello estar averiado. Incluso puede ser la ruta más bella, la más completa. Y hasta puede que hagamos la ruta completa en sus vagones, disfrutando de un viaje inolvidable. 
A veces el tren más lustroso, potente y lleno de regalo antes de subir, ya se avería antes de la primera estación.  En el no sabemos como será el viaje, pero fuerza sin control ya se sabe. 
Hay trenes que parecen pasar desapercibidos, sin demasiada floritura, entrando en estación tranquilos y cuando arrancan empiezan a demostrar su potencia. Suelen ser trenes de largo recorrido, con alguna parada pero de viajes largos. 
Los trenes, como todo hay muchos, nosotros elegimos el viaje, las paradas e a veces la compañía., está en nosotros disfrutar de las vistas o encerar nos en el camarote sin querer ver por la ventanilla. Ningún tren sabe exactamente como se desarrollará el viaje, ni tampoco que pasajeros subirá. ..y eso es parte del encanto. 
Tú decides. Subimos al tren?  

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