Cuando uno se enamora no entiende ni de edad, ni de sexo y menos aún de condición social. Dicen que todo está en nuestra mente, puede ser, no soy doctora en la materia como para discutir o dialogar sobre ciertas cosas.
Para enamorarse, lo primero es tener la mente abierta y el corazón también. A veces la mente está abierta y el corazón cerrado o viceversa. Pero algo se cuela por alguna rendija que no vemos y ya estamos rendidos a eso que se conoce como amor.
Nos pasamos el tiempo, cuando estamos solos o mal queridos, suspirando por un amor, por ese alguien que nos revolucione la mente y el cuerpo. Y digo mente y cuerpo, porque ambas son necesarios y si esa persona logra revolucionar ambas, es esa sin lugar a dudas.
Pues eso, que nos pasamos el tiempo suspirando por enamorarnos, por perder la cabeza como si de quinceañeros se tratase. Y cuando llega, nos entra el miedo y no sabemos como actuar. Nos paralizamos dándole vueltas a lo que vendrá sin disfrutar el aquí y el ahora. Es cosa de la edad, y no recordamos que el amor no n tiende de años, ni de sexo, ni de tantas cosas que nos empeñamos en otorgarle.
Cuando uno se enamora, se enamora y punto. Y tiene que vivirla, da lo mismo quince, que veinte, cuarenta y dos, que ochenta. Se siente, se flota, se vuela y se sueña despierto.
Cuando uno se enamora solo tiene que disfrutarlo y ser feliz, porque esto no pasa siempre y como tal es un tesoro..... o se tira al vacío o no sabrá jamás lo que es.
Estas enamorado, y a que esperas para soñar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario