miércoles, 18 de diciembre de 2013

Una foto y un abrazo

Aquella foto de ti convaleciente,  que me enviaste, hicieron que saltarán mil cosas alborotadamente en mi cabeza. Exigiría la teletransportacion ya.
Lo que hubiese dado por poder estar en ese mismo lugar, aunque sólo fuese en la misma habitacion. Que pudieses mirarme a los ojos y yo a ti sin nada más que añadir.
Sabía que estabas bien acompañado, aunque la mejor compañía seríamos tu y yo solos.
En esos momentos piensas "que putada la distancia". No se trata sólo de kilómetros, distancia igualmente. Así que podría decirte mil cosas. Las intuyes sin que de mi boca salga ninguna palabra.Me entiendes mejor que si hablase. Y no puedo más que transmitir mi calor humano medisnte letras Unidas y pensamientos que te llegaran sin mi permiso para viajar hasta ti.
Sabía que estabas bien, cansado pero bien. Lo repetias una y otra vez, y no para que no  me preocupase, sino porque así era. Pero cuando no se puede tocar, ni ver, ese bien no es suficiente para aplacar las ansias de un roce, de una csricia, de una mirada, de una sonrisa.
Cerca y lejos a la vez. Insisto "que putada la distancia". Las cartas son las que son, o se juega con las que tocsn o se deja la partida. Jugamos aunque el juego no era favorable y con el tiempo cambiar las reglas para la siguiente mano.
Estuve. Estoy y lo sabes. Estuviste, Estás y lo sé. Me sientes y te siento.
"Que putada....." Lo bueno de todo eso es que hace que te des cuenta por una simple convalecencia, que importante es quien está al otro lado y las ganas de darle un abrazo y que te lo den.
"Mejorate", fue mi deseo, acompañado de "me cobraré ese abrazo que pagaré con intereses atrasados".


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