martes, 31 de diciembre de 2013

Un cumpleaños accidentado

Hace unas semanas fue mi cumple. Felicitaciones por diferentes vías. Un buen amigo o eso creía yo, me saluda vía whassap con un simple buenos días. A lo cual respondí, buenas. Después de un rato mensaje va mensaje viene, le recordé que era mi cumple. A lo que el respondió; lo sé, pero no pienso felicitarte.Me sorprendió su frase, me lo tomé como un juego y en parte como un toque de atención, hacía unos meses fuera el suyo y como despistada que soy me olvidé de felicitarle. Hasta ahí todo normal. Lo sorprendente fue cuando empezó en plan reproche; "esto lo hago para que veas lo que se siente cuando se olvidsn de uno... Tú te esperabas mi felicitación, y no voy a hacerlo....." y así dursnte un buen rato. No transcribiré la conversación, pero tomo un cariz poco agradable.Llegó a admitir su rencor, que ya me había avisado en su día que me la devolvería. Me desconcertó, no me lo esperaba. No tengo la capacidad para devolver ungolpe tan bajo y menos siendo consciente.Lo que podría ser una anécdota más en la relación de amistad de dos personas, terminó por hartarme de leer reproches por teléfono. Lo zanjé con un "cada uno actúa como quiere y debe aceptar las consecuencias de sus actos". En lugar de aplacarse los ánimos se incendiaron más.Me acusó,  esa es la palabra, de desidia, desinterés, por haberme olvidado de su cumpleaños. Por favor, somos niños pequeños?.No sé si realmente actúe mal, lo que sé es que lo hice sin maldad, por despiste... El actuó movido por venganza y en cierto modo hacerme daño. No lo entiendo, ni quiero comprender. En una amistad, esos componentes no tienen lugar. Para mi la amistad está por encima de berrinches y tonterías de patio de colegio.Seré rara, pero cada día me gusta más como soy y como son mis rarezas.Han pasado los días y aún espero una disculpa, o mensaje de reconciliación. Cada uno sabrá el motivo de sus actos, todos y cada uno de ellos tienen sus consecuencias.

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