miércoles, 25 de diciembre de 2013

Pocos te quiero

Te quiero, son dos palabras sin más y con mucho significado. Así escritas, son fáciles de leer. A mi me cuesta un mundo decirlas, no me gusta decirlas sin más.
Cuando las pronuncio es porque salen del corazón y seguramente quisieran salir antes y no las he dejado.
Las he escuchado decir tantas veces, veces que eran tan repetidas y seguidas que su valor se desvaneció. Prefiero pocas veces y llenas de sentimiento. No se pueden decir sin más, y tienen que ir acompañadas de otros elementos; acciones, miradas, hechos, detalles... Que confirmen su sentido.
Esas dos palabras me gusta pronunciarlas mirando a los ojos. Y no las digo porque la otra persona me las haya dicho, sino porque las siento, no esperando una respuesta. A veces los te quiero los dosifico, no conscientemente, salen cuando salen. Esos te quiero tienen más fuerza, encierran muchas cosas, cosas que al decir esas dos palabras van en ellas.
Te quiero, si, cada vez que sale, algo se mueve en el estómago, mariposas tal vez, torbellino de sensaciones. Por eso tal vez,  sólo han sido cuatro o cinco veces, las ocasiones que mis labios las han pronunciado. Parecen pocas, que soy una racana, pero mejor pocas y cuando se sienten, que muchas y sin ningún valor. TE QUIERO.


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