Nos empeñamos en aferrarnos a algo, como si el cambio fuera malo, como si al soltarlo se fuese una parte de nosotros. Nos cuesta dejar ir, aun a sabiendas que sujetarlo nos quema, nos hace daño. Y seguimos ahi pico pala, a base de muchos intentos que nos dejan sin fuerzas.
Esto es aplicable a muchas cosas de la vida, y a ls relaciones más. Cada día me encuentro con más gente que está en relaciones infelices y supuestamente felices, y digo supuestamente ya que creen que quieren a la otra persona y ella les corresponde. No lo pongo en duda, pero al oír cosas como, no se preocupa por mis proyectos, no me demuestra cariño,no le importa o parece no importarle mis cosas, no hace planes conmigo, me canso en ir detrás, soy cansino pidiendo afecto. ...... y podría seguir la lista. Terminan por decir, es que la quiero o le quiero y por eso lucho.
Y yo les miro y al principio no se que decir,pero les pregunto.. tú eres feliz?
Su cara es un poema, no se esperan la pregunta y no saben responderla.
Y es que es fácil, nos empeñamos en atarnos, amarrar nos a algo que no nos hace feliz. Y la cuestión es que no nos paramos a pensar en que queremos, que estamos dispuestos a perder o ganar, que es lo importante para nosotros, a donde queremos ir.
Mientras tanto vivimos una espiral de los eu nos gustaría y de los ue realmente tenemos. Y no debemos culpar a la otra parte, pues es nuestra culpa permitir que pase y seguir a marranos al poste de la infelicidad.
Tú, eres feliz, o vives amarrado?
Y no debemos culpar a la otra parte, pues es nuestra culpa permitir que pase y seguir a marranos al poste de la infelicidad.
ResponderEliminarTú, eres feliz, o vives amarrado?
Seguimos porque es mas facil que volver a empezar
Yo vivo con la consecuenca de las decisiones tomadas en cada momento
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