jueves, 8 de mayo de 2014

Paseo con gafas de sol

Me gusta pasear por la ciudad, escondida detrás de mis gafas de sol. Caminar sin rumbo, sin prestar atención con quien me cruzó, o fingir que no veo a conocidos y demás, y seguir dando pasos sin detenerme. Esa sensación de sentirme como extranjera en mi ciudad, recorrer sus calles como la primera vez, disfrutar de los aromas, de las piedras, del contraste de la luz.
Y después del paseo, detenerme en un banco y ver como juegan los niños en el parque, la madre nerviosa que no les quita ojo. Y así, repaso una a una las personas que me rodean, me imagino sus historias,  a que se dedican, o sus temores, preocupaciones. Y lo que no puedo intuir, me invento la historia, y quien sabe?! A lo mejor, un día coincidimos en un grupo de gente, o nos conocemos, y así sabré si intuyo bien o es mejor mi imaginación.
Sigo mi paseo, de nuevo, cruzándome con más de un conocido, que aparentemente no veo, pues mis gafas  ocultan mi mirada distraída. Sigo mi paseo,  descubriendo la ciudad que me vio crecer y que conozco pero descubro en tardes como ayer.
Mis pasos me llevan aquí o allá, siempre redescubriendo su encanto y lugares que por cercanía no conocía. Y el anonimato que me dan las Gafas, aunque no hay anonimato para quien tiene ganas de hablar y finge no entender la falta de interés por nuestra parte. Aun así, sonrio detrás de mis gafas y amablemente me disculpo con cualquier pretexto. Sigo caminando, sin rumbo y con el destino incierto, que mis pasos me guíen, mientras observo a otros caminantes, al operario de turno, o a las chicas que hablan de sus amores ajenas a mi presencia. Me gusta pasear y pasar desapercibida, mientras escucho, miro e imagino sin ser vista. Y aunque a veces me miran,  meobservan a mi, me gusta mirarles sin saber que lo hago, aunque más de una vez hay que sacar las gafas y ser cortes y sonreímos no sólo con la boca sino también con la mirada.

1 comentario:

  1. Gafas de sol para escondernos del sol y de nuestras miradas.

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