domingo, 18 de mayo de 2014

Manías... unas cuantas

La supersticion es la creencia contraria a la razón que atribuye una explicación mágica a la generación de fenómenos, procesos y sus relaciones. Siempre o casi siempre no está basado en nada científico, pero muchas personas prefieren buscarle una razón lógica a lo ilógico.
No soy muy supersticiosa, aunque con los años me he vuelto maniática. Más bien he empezado a ser consciente de mis manías. Esas manías son difíciles  de controlar, una de ellas en enderezar los cuadros torcidos. Mágicamente se terminan inclinando, por lo menos en mi casa, y según voy pasando los voy poniendo derechos. El problema es cuando voy a casa de alguien y los veo inclinados. Ahí es un dilema, siento como el cuadro me llama para que le coloque, pero no quiero demostrar mis manías, ni que el anfitrión piense cosas raras de mi. Así que disimuladamente y sin que se note no me voy sin colocarlos en su posición correcta.
Mis manías no se acaban ahí, tengo unas cuentas más, desde el bote de champán y gel, no soporto que este estrujado. Cuando voy a ducharme y veo que esta así, no soy capaz de sacar el jabón si no está hinchado. La peor y la que más me ha costado dominar es la de morderme las uñas cuando estoy nerviosa. Poco a poco he sido capaz de dejarlas crecer aunque siempre recargo. Esa es una manía que me gustaria no tener.
La gente cuando cuento mis manías me mira raro, pero me vais a decir que no tenéis ninguna manía, o un ritual que hagáis según para que?
Todos tenemos manías, supersticiones o como le queráis llamar, es algo intrínseco en el ser humano. Lo que hay que intentar es que no nos dominen, y que no nos impidan hacer una vida normal. Soy rara, o no, simplemente admito como soy y a pesar de todo cada día me gustó más, tal vez porque cada día me conozco mejor.


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