sábado, 18 de octubre de 2014

Ese dolor....

Cómo se puede describir ese dolor que te rompe por dentro? Ese dolor que te deja sin aliento, ese dolorosa no puede materializar, que no sale ni cuando las lágrimas recorren tus mejillas marcando a fuego todos los sentimientos que quisieras alejar de ti.
Ese dolor,  lleno de ira, desesperación, decepción, incomprensión,  de no hallar explicaciones a ciertas cosas, de no encontrar razones a los actos de los hombres....
El dolor de un padre, o una madre, al que le arrebatan un hijo, o al que se lo violan. Ese dolor de impotencia de no haber hecho lo suficiente,  ese dolor que no se va ni cuando cierran los ojos.
Hay cosas que no entendemos, y por muchas vueltas que le damos nunca hallaremos respuestas lo suficientemente satisfactorias para que empezamos a dormir tranquilos. Y la búsqueda de esas respuestas no es más, que el intento de aplacar ese dolor que no podemos controlar.
Como puede un ser humano,  se supone adulto, coherente, en muchos casos estudiado,.... Llegar a hacerle daño a un niño?   Y más aún, como alguien puede sentir placer con ciertas cosas? Y como mira después a sus propios hijos?  Tengo muchas preguntas y pocas respuestas.
No mesa tocado de cerca, ni tampoco de lejos,  es solo la sensación,  la empatia al meterme en la piel de esas personas, hombre, mujer, que pierden un hijo, porque alguien que debiera velar por ellos ha abusado de la vulnerabilidad de un menor.
Y como describir ese dolor, que te destroza por fuera y por dentro, ese dolor que no sabes cuando cesará, ese dolor que no puedes exteriorizarlos ni  con palabras, y sin palabras menos. Ese dolor que te llevaría a surgir más dolor en aquel que inició esta vorágine de destrucción de un mundo que se demorará sin poder reconstruirlo. Ese dolor que te rompe por dentro una y otra vez solo de pensar e ello, ese dolor que no sabes ni cuando,  ni si realmente algún día podrías vivir sin el.




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