jueves, 2 de octubre de 2014

El columpio

Me gustaria volver al parque, sentarme en el columpio y que el tiempo se detenga.  Volver a ser niña, esa niña que al sentarme en la tableta del columpio del árbol, no tocaba el suelo con mis pies. Esa niña que se quedaba mirando las piernas colgando,  mientras el vaivén media las piernas.
Deseo volver a ese columpio, donde me sentía sola y en calma conmigo misma y con el mundo.  En ese columpio donde deseaba que aquel niño de la clase,  que le miraba desde la distancia, me diese ese primer beso. Ese beso que no sería el mejor pero si el primero.
Me gustaría sentarme en el columpio, y recordar lo mucho que el conformaba el silencio, la brisa que movía las hojas del árbol, y mi pelo. Sentarme allí, y columpiarse, atrás y piernas escogidas, para adelante piernas estiradas. Una y otra vez, intentando alcanzar el cielo, o tocarlo con las puntas de mis pies.  No deseaba el cielo, deseaba volar, estirar las alas y ser libre.  Con que facilidad soñábamos los niños, idealizabamos la libertad, nos librababamos de las preocupaciones o agrababamos las más ínfimas. Jugábamos a ser otros, bueno los mayores de vez en cuando tambien.
Hoy me quiero ir al parque,  sentarme en el columpio, balancearme, y dejar que pasen las horas. Hoy quiero volver al columpio del árbol y volver a ser niña otra vez, esa niña que olvidé ser y que sigue viva dentro de mi......


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