Desde el momento uno, en que pongo la maquinaria del pensamiento a funcionar. Desde que la idea se me ocurre, dándole forma poco a poco, los preparativos.... Se me pone una sonrisa pícara pensando en cuand. Llegue el momento, de tu reacción, de que no lo esperes, de descolocarte, de quedarte parado pensando; se ha superado, y al mismo tiempo ideando tu una mejor.
Lo bueno de sorprender es que no lo disfruta sólo el que la recibe, lo disfrutamos los dos. No tiene que ser material, puede ser un mensaje, una cena sorpresa con algún toque.. Un paquete inesperado en el correo, una carta por vía ordinaria, una rosa encima de la cama, un buenos días en el espejo del baño... Y otros más elaborados que no te voy a contar porque daría muchas pistas y después me chafas la sorpresa.
Lo mágico es conseguir sorprenderte cada dia, conseguir intrigarte, que haya ganas de conocerse poco a poco y seguir compartiendo instantes que de por si ya son una sorpresa.
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