sábado, 30 de agosto de 2014

Viento que sopla


Sopla el viento. Mece los árboles, arqueado su figura, moviendo sus ramas. Sus hojas bailan, se mueven a un ritmo perfecto, en acordes movimientos,  perfecto el espectáculo que ofrecen desde la distancia.
Hipnotizada me quedo mirándolos, y escuchando el zumbido del viento, y pasan los minutos y no miro el reloj. Mi mirada fija en sus tonalidades de verdes, con algún amarillo que da alegría a la estampa, pero mi pensamiento vuela.
Vuela llevado por el viento, lo arranca de mi mente y lo arrastra sin mi permiso, por un viajante las hojas, en las ramas... Lo sube al cielo,  lo hace bailar con el sol y danzar entre las nubes. El se siente libre de soñar, y sigue volando, no ver el engaño del viento, no ves las artimañas que esta utilizando para llevarlo donde quiere.
Inocente, libre, feliz,... Se deja querer, mimar, disfrutar.... Y así mi pensamiento se aleja de mi, en ese juego con el viento. Y siguen volando, bailando, flotando...
Y sin buscarlo ya no sabe el camino de vuelta a mi, sigue disfrutando de su excursión por parajes desconocidos,  de experiencias nuevas, y  sobre todo feliz.
Un instante el viento se detiene, y el pensamiento despierta de ese maravilloso viaje. Se encuentra desorientado, no reconoce nada a su alrededor. Primer momento, temor, soledad, y el sentimiento de libertad le sigue acompañando. Decide seguir volando, sabe s adonde quiere llegar, aunque le falta el modo. Llama al viento, súplica al viento que vuelva a soplar. Le regala una sonrisa y bellas palabras, y el viento sucumbe a su encanto, y reinicia la danza, suave,  rítmica.
El baile vuelve, las ramas mecen a mi pensamiento, él vuela libre, pero esta vez el viaje  es diferente, tiene destino. Salta, sube, baja, toca el cielo, se refresca en el río...
Y una extraña y conocida sensación le invade. No reconoce el lugar, y sin embargo se siente en casa, las montañas no son las mías, los ríos son diferentes, los árboles bailan una danza diferente, pero en la ventana allí a lo lejos esta el destinatario... Y el pensamiento después de tanto viaje, llegó a el sin mi permiso, bailando con el viento,  danzando con mi recuerdo... Y hablándole a su memoria....
Y así el viento sopla, hipnotizadome, robandome el pensamiento, llevándolo a destino sin mi permiso........


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