Te quiero y por eso te perdono tus dardos que no danesa diana pero hieren igual. Me exasperas cuando empiezas la frase con yo no digo nada y estas deseando decirlo si no lo has dicho ya.
Darías la sangre de tus venas por mi, y yo por ti, moverias montañas y lo que hiciese falta por verme feliz. Pero a veces me arrancas lágrimas muy amargas. Te entiendo más de lo que te crees, y te intuyo más de lo que quisieras. Y me has contado muchas de tus miserias, de tus experiencias, de tu soledad de infancia, de adolescencia y en la madurez. Me has contado la tristeza de esa soledad, tristeza que no has compartido con casi nadie.
Tu vida es una historia que algún día me gustaría escribir, no te preguntare, ni pediré permiso, me tomare esa licencia cuando esté preparada para desnudar a ti y a mi.
Llevas mucho tiempo con la mochila llena, llena de una carga que tienes que ir despojandote de ella, y no culpar a los demás del peso que has decido llevar tu libremente. Te quiero y se que me quieres, pero tu vida la has vivido y sigues viviendo. Y a pesar de que nos entendemos mejor que si fuésemos amigas, a veces creo que proyectas en mi tus miedos y revives a través de mi esos logros que no alcanzaste. Tal vez por eso erestan crítica para conmigo, y al mismo tiempo no dejas que me rinda y me empujas a que no me quede parada, pero te olvidas que me tengo que equivocar, fracasar, triunfar... Pero yo.
Gracias por estar, aunque sepas que más de una vez te mandaría a tomar aire fresco. Te quiero y me quieres, y reñimos más de lo que nos decimos que nos queremos, por eso la próxima vez te vea, aunque me tienes calentito porque el otro día me tocaste los bemoles, te daré un fuerte abrazo y te diré.... Te quiero m...............
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