sábado, 10 de enero de 2015

Sonrío, sonríe...

El otro dia leí una pregunta que me hizo pensar....
  Cuantas veces sonríes al día?
Me sorprendió la pregunta, realmente habrá en este mundo alguien que no sonría ni una sola vez? Si alguien se lo cuestiona, es porque conoce a alguien así, o porque en algún momento se ha cruzado con una persona que no conoce la sonrisa, o ella misma no sabe lo que es.
Solo de pensarlo, me entristece, lo grises que debes ser sus días, grises y con grandes tormentas. Amargados, o conformistas que han aceptado la parte negativa ysus rostros han aceptado la languidez que pone la falta de brillo de una sonrisa.
Yo no concibo un día sin una sonrisa cómo mínimo, y no por ello mi vida es un camino de flores, ni un jardín de margaritas. Mi vida es mi vida, con sus más o sus menos, muchas veces con mucho menos que muchos más. Lo de la sonrisa es como plantarse cara a lo puñetera que es la vida, es una filosofía innata que algunas personas llevamos dentro y con ella nos plantamos ante las diferentes putaditas que se nos presentan cada día.
Mis amigos dicen que la sonrisa es lo que mejor me define, mi carta de presentación, que no se me borra ni en los peores momentos, y es cierto. La procesión va por dentro, me guardo los problemas, las angustias e intento enfrentarlos con una enorme sonrisa.
Hay días que cuesta,  que no apetece, y aun así la saco, porque he aprendido que si ofreces una sonrisa, recibes otra. Y cuándo amenaza tormenta, y parece que truenos y rayos será lo que habrá, la sonrisa conseguirá que el sol salga y no se vaya en todo el día.
Por eso,  cuantas veces sonríes al día? Yo muchas, mejor dicho, una,  una enorme que va desde que me levanto hasta que me acuesto. Prueba a ponerte una y veras como todo tiene otro color.


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