A veces viene gente a tu memoria sin un porqué, y empiezas a recordar momentos compartidos y más de una sonrisa esbozas y también alguna lágrima se escapa.
Y esos recuerdos parecían estar olvidados, y no, solo reposaban esperando a ser rescatados.
Son recuerdos inesperados que te hacen recordar y también olvidar. Empiezas a recordar olores, instantes, miradas, charlas, lugares... y también olvidas detalles, y algún que otro instante se queda borrado.
Te embarcas en un viaje por la memoria del pasado, dejando volar la mente, intentando encontrar respuestas . Preguntas que has dejado de hacerte aunque esperas algún día ponerle palabras y hechos.
Te evades entre los recuerdos sintiendo latir el corazón, sintiendo calor donde sentías calor, sintiendo frio donde sentías frio, y sintiendo calor en el frío y frío en el calor. Y es que ya no eres quien eras, y aunque parte aun sigues siendo, el tiempo, los años y las experiencias, hacen que tengamos otra mirada, más perspectiva de los que en antaño solo sabíamos ver de una forma.
Y a veces recuerdas a personas, momentos, lugares, que pensabas olvidados, y solo estaban ahí, esperando a ser rescatados.
hay recuerdos que merecen estar guardados para que nuestras vídas y nuestros corazones reposen tranquilos
ResponderEliminarY hay otros que a veces debemos sacar a ventilar para que les dé el aire 😊
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar