lunes, 11 de noviembre de 2013

Las manos




La mayoría de nosotros tenemos dos.  no les prestamos demasiada atención, es parte de nuestro cuerpo. Pero paremonos un momento. Miradla, abridla, extended los dedos, observadla, la palma, el dorso....
Con ellas decimos cosas, escribimos, conducimos, agarramos objetos, otras tallan, operan, crean música, melodías....
Son más que una parte de nuestro cuerpo, dicen mucho sin decir nada. Cada uno tiene las suyas y nadie las tiene igual. 
Gesticulamos con ellas para afianzar nuestras palabras, las entrelazamos con las de otra persona a la que queremos transmitir nuestra cercanía y calor. 
Son parte fundamental cusndo se trata de caricias y de revolucionar la piel y de paso la mente. Incluso nos tocamos la cara y los chicos muchas veces la barba, cuando pensamos o maquinamos algo.
Cuando vi aquella mano, el dorso con los dedos extendidos.... Era una mano sin más. Me inquietaba y a la vez me tranquilizaba. Me transmitía sensaciones difíciles de decir con palabras. No era una mano cualquiera, a fin de cuentas su dueñ@ era una persona especial. Quería sentir aquella mano junto a la mía, sobre mi piel, erizando cada poro y explorando cada rincón por descubrir. Y por qué no?! También quería que pusiera autoridad. 
Debo reconocer que con sólo mirarla, sin que su dueñ@ lo supiera pero si que lo intuyera, consiguió sonrojarme, ponerme nerviosa e incluso hacerme sonreír.
A veces el poder de una sencilla imagen es más poderosa que una imagen demasiado explícita.
Una pequeña mano logró revolucionar cosas, provocarme mariposas. Y ahora con el tiempo la miro y miro la mía y símplemente son dos manos que hará mil cosas y contarán otras mil, de forma distinta y a diferentes personas. A lo mejor se vuelven a encontrar y contar historias juntas. Pero nunca dejarán de transmitir sensaciones, emociones.......
Porque las manos son carta de presentación y afirmación de su dueñ@.

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