miércoles, 23 de enero de 2019

Instante

Estoy enfadada conmigo misma, por no haber reaccionado. Por bajar la cabeza y hacer como sino nos hubiésemos visto nunca, como sino nos conociéramos de nada.  
Un sexto sentido, me hizo voltear la cabeza, y allí estabas, con el semblante serio y devolviendome la mirada. 
Un instante, tal vez dos, eternos en el recuerdo. Tu gesto, de arropar al acompañante de tu vera, me recordó al perro que mea para delimitar terreno. 
Fue un gesto sin pensar, algo instintivo, como protegerle para protegerte a ti misma.
Mi interior hubiese preferido levantarse. Saludarte y demostrarte que el tiempo cura las cicatrices más profundas. Pero no, me quedé  sentada, ignorando el flash de aquel instante. Olvidando que rozaste mi silla al pasar.
 Quien compartía aquella velada, ni se percató del momento que acaba de ocurrir. Tal vez porque me afectó menos de lo que creía. Tampoco vino a mi memoria en toda la noche. 
 Pasando los días es cuando he reflexionado. Me enfadé y enfado conmigo misma, porque aquella noche no saqué  mi remango,del que mi abuela decía que yo tanto tenía. 
 No puse los puntos sobre las ies, y dejé que te fueras triunfante, cuando sólo eras el guerrero vencido de  tus propias batallas que no te habías atrevido a lidiar. 
Hoy espero y deseo que te cruces de nuevo en mi camino, pero sólo un instante, un mínimo momento, y no para decirte o repocharte...
Para dedicarte la mejor de mis sonrisas

No hay comentarios:

Publicar un comentario