viernes, 23 de agosto de 2013

Perderse



Hoy sentí el placer de ser totalmente anónima. De callejear por una ciudad que no era la mía. Una ciudad donde no hablaba su idioma, ni  tampoco quería hablar ni en ese idioma ni en otro. Simplemente quería pasear, perderme, que mis pensamientos no existieran, no encontrarme con nadie conocido. Pasear sin rumbo y sin que nadie me detuviese. Camine un par de horas y no se si alguien me entenderá pero fui libre. Libre de cuerpo, libre de alma y libre de todo.
Y al final de mi paseo, me di cuenta que eso era lo que necesitaba, sentirme libre.
Probad a perderos por cualquier ciudad y dejar que sólo vuestros pasos marquen el destino. Sin querer nos volvemos más ligeros al final del paseo.

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