viernes, 28 de enero de 2022

Mascarilla

 Llevamos tanto tiempo con la mascarilla que ya nos olvidamos de algunas caras  de algunos rasgos de las personas que antes nos eran más que conocidas. 

Digo esto porque a mi me ha pasado de quedar con alguna amiga e ir a comer, y cuando se quita la mascarilla, el primer momento es de sorpresa, pues ya no me.acordaba de su cara al completo.

A lo mejor esto solo me pasa a mi que soy un tanto rarita. 

Otra cosa de la mascarilla es que disimula nuestras expresiones.  Algunas personas hablan con los ojos y aunque lleven puesta la mascarilla, les notas las intenciones e ideas a través de su mirada. 

Sin embargo hay otras personas,  que son la imposibilidad personalizada. A esas, a veces me dan ganas de bajársela para ver su cara debajo. 

No sé lo que pasará, si en un futuro lejano o más bien cercano dejaremos de usarla. En ese sentido tengo sentimientos encontrados , pero ese es otro tema al que ya dedicaré unas líneas en otra ocasión. 

Lo cierto es que soy muy expresiva, y la mascarilla me ha salvado en más d euna ocasión de tener algún contratiempo con más de una persona. No sé  si me acostumbraré a no expresarme instintivamente con mi cara. Lo cierto,  es que el ser humano nos adaptamos más rápido de lo creemos. 

Mascarilla con o sin ella, no dejemos de ser nosotros mismos.  


lunes, 24 de enero de 2022

Sin decir adios

Hace unos días me vienes a la memoria. Al principio era solo al pasar cerca del que ha sido o es tu trabajo.
Las sensaciones se han mezclado con recuerdos agridulces. Por un lado, me he preguntado que sería de tu vida, a que dedicas tu tiempo libre, y por otro, he pensado, ni me importa ni me interesa.
Después de que el tiempo y la distancia emocional, ha hecho su trabajo, es mas fácil acercarse a la ventana del pasado y verlo con ojos de vejez juvenil.
Me costó entender el comportamiento irracional y caprichoso. El exceso de sabiduría fingida, la absoluta verdad de la mentira de uno mismo, y el reproche para con los demás que no era capaz de hacerte a ti misma, me hace pensar que lo mejor es que desaparecieras sin dejar rastro.
 Y cuando digo lo del rastro, me refiero a que ni siquiera hubo una discusión, un mal rollo, una diferencia de opinión... Porque tu no eres de esas personas, que si se equivocan rectifican, eres más de que los que se equivocan son los otros, y si eso ya se arrepentirán ellos.
Recuerdo nítidamente la primera vez que te tuve enfrente. Me pareciste prepotente y con grandes carencias. Pero en esa época no me dejaba guiar por mi intuición, y las impresiones me las guardaba esperando equivocarme. 
Así que te di y me di, la oportunidad de conocernos. Fue una etapa buena, o eso me creí como una ilusa, mientras te pegabas a mi como una ladilla silenciosa. Me creí tu imaginativa sinceridad, haciendome estar disponible cada vez que me necesitabas. Absorbías mi tiempo, me aislabas de otras amistades y yo me dejaba, pensando que encontrara esa alma gemela. 
Ilusa y torpe, hasta que asomaste tu verdadera cara y mi torpeza desapareció para ver con claridad que mi primera intuición era mas acertada de lo que jamás me hubiese gustado.
No te gusta tener rivales, e intentas apagar a quien brilla con luz propia, olvidándote de brillar con la tuya sin fundir la bombilla de nadie. 
Alardeabas de grandes amistades, y la soledad era tu inseparable compañera, pues todos tenían defectos y no sabían estar a la altura.
y que decir del amor, eso ya es una historia aparte. Quejarte de que no encontrabas o que eras muy exigente, esa era tu letanía constante. y el problema no eran ellos, eras y eres tú. 
Espero y deseo que todo te vaya bonito,  tan bonito que no vuelvas a traer la nube gris cerca de mi.
gracias por irte sin decir Adios.  



jueves, 16 de septiembre de 2021

Cargas

 Cuando te pasas toda la vida agradando a los demás, te olvidas de agradarte a ti mismo.  No es una cuestión de autoestima o de honor, es más bien una costumbre adquirida con los años y difícil de abandonar. 
Con los años vamos evolucionando y dejando piedras de nuestra mochila por el camino, y cogiendo nuevas más pesadas o más livianas. 
El camino es el aprendizaje y cargados se hace más costoso dar los pasos. Y cuando las fuerzas fallan, es cuando vaciamos todo lo que podemos ese peso de nuestra espalda e iniciamos la ruta de nuevo.
Al principio hay siempre un sentimiento de culpabilidad, el ir tan ligeros nos hace sentir mal por abandonar la carga de otros. 
Pero según vayamos avanzando nos sentiremos mejor. Esa sensación de bienestar llegará y empezaremos a sentir que nuestra vida es nuestra y no debemos cargar ni con los problemas, ni historias , ni piedras de otros.  
La amistad, el cariño, las relaciones familiares. Etc. No deben ser una carga, ni una obligación. Y mucho menos algo impuesto por costumbre o por culpabilidad. Toda relación humana debe estar basada en la libertad del individuo.
Así que, siéntate. Vacía tu mochila u vuelve a caminar... vive tu libertad

jueves, 2 de septiembre de 2021

Nueva historia


 Y cómo volver a desnudarme sin sentir el gélido frío? 

 Cómo puedo dejar fluir las letras, dando vida a esos indecisos pensamientos.?

Cómo enfrentarme de nuevo a esos ojos curiosos, ávidos de historias?

Y cómo volver a dejar testigo de mis aventuras imaginarias unos y reales tal vez  otras?

Dudo de mi capacidad de volver a narrar lo que mi mente me inspira. 

A lo mejor solo es miedo a no hacer sentir al que lee mis pensamientos desordenados. 

O más bien es una excusa, que  me pongo para no volver a quitarme la ropa del alma y dejar que más de un curioso urgue en mis entrañas. 

No podría llegar a una conclusión con solo una razón, es un compendio de muchas pequeñas cosas. 

Y aunque el temor está presente.... me encuentro de nuevo en casa, cuando ante ese folio en blanco, brotan de nuevo las ideas y las palabras se encadenan para contar una nueva historia.  




lunes, 21 de junio de 2021

Algún día


 Algún día.... esa frase es la más usada por el ser humano a lo largo de su vida. 

Algún día haré eso que tengo pendiente, entiéndase por pendiente llamar por teléfono, visitar a alguien, ir a un sitio... etc etc

Algún día recogeré el trastero.  Que maravillosos son los trasteros o buhardillas, donde cabe todo lo que sobra y después nos olvidamos de que está allí. 

Algún día volveré  o aprenderé a tocar, la guitarra, el piano o la flauta. El instrumento es lo de menos, lo que importa es tocar algo. 

Algún día, te llamaré. Y esa llamada ansiada nunca termina de producirse. 

Algún día viajaré a ese lugar que tantas ganas tengo. Y pasan los días y los años, y ese viaje se pospone por mil razones y ninguna importante. 

Algún día reuniré a mis amigos, familia y demás gente importante en mi vida. Cada uno en un extremo, cada cual con sus quehaceres, cada quien con agendas imposibles y ese día no termina de llegar.

Algún día dejaré de soñar.... eso es lo que nunca pasará   

lunes, 1 de febrero de 2021

Ese café

 De vez en cuando sólo  se necesita una taza de café. Leí esta frase hace poco y me hizo reflexionar. Si, soy de reflexionar, de hablar conmigo lista y darle un par de vueltas a las cosas. 

Los lunes, son días de una o dos tazas de café.  A lo mejor con eso llegaba; levantarse, encender la maquina del café y esperar a que todo el aroma inundase la casa, para ir despertando los sentidos. 

Pero ese café que a veces sólo  necesitamos, no es el café  en si mismo, es la excusa para otras muchas cosas. 

Ese café es el motivo de quedar con la amiga que has estado evitando semanas. 

Ese café ayuda a romper el hielo cuando faltan las palabras. 

Ese café es la excusa para verse algún día indeterminado. 

Ese café es la razón que necesitas para disfrutar de la soledad en tu cafetería preferida. 

Ese café no es más que el motor oculto de cada mañana nos ponga a caminar.... 



viernes, 29 de enero de 2021

Reflexión

 Llevo mucho tiempo mirando al vacío. Dejándome llevar por el vaivén de los días y el susurro de los meses. 

El ir sin saber  a donde, es como el esperar el no sé que. Al final todo es lo mismo y todo diferente. 

Después de la distancia kilométrica entre las personas , hemos pasado a la metrica. Y de pensamientos colectivos a los individuales... 

Nada es bueno ni malo, sino en su medida. 

Por ello, cuando he dejado de correr, ir sin rumbo, me he detenido. He empezado a mirar a mi alrededor y caminar con calma. 

Cada paso que doy, es sin prisa, mirando cada detalle que me rodea. Disfrutando de los pequeños placeres que me da este tiempo de incertidumbre. 

He aprendido a estar en conexión conmigo misma y así la conexión con los demás fluye mejor. 

Ha sido tiempo de cambios, y mi vida ha experimentado una tormenta de sucesos. Un huracán a devastado mi mundo, y como siempre ha salido el sol. 

Todo lo que ocurre o te debilita o te hace más fuerte... cada uno decide, y he elegido el camino de ser feliz.