Cada vez menos sabemos quienes son nuestros vecinos. Nos pasamos el día corriendo y ya no intactuamos con el que sube en el ascensor con nosotros. Un seco buenos días, o parece que llueve, es lo máximo que alcanzamos a intercambiar con el que nos topamos alguna vez en la escalera. Todos tenemos vecinos, y somos vecinos de alguien. Ya no se lleva eso de timbrados y pedir un poco de sal, aunque sea para ligar, y si lo hiciésemos, a lo mejor nos abrirían la puerta, o tal vez no habría nadie al otro lado.
Pocos vecinos tengo, pues no vivo en un piso, pero le propuse a una amiga, que decía que vivía en un edificio y que no conocía a sus vecinos, pero que en el ascensor se cruzaba con gente joven, que intentará conocerlos. Así que no se le ocurrió mejor idea que idear una cena cada finde con unos cuantos vecinos. La experiencia fue todo un éxito, y ahora cada poco se reúnen en casa de alguien distinto. Ya se que no es en todos los vecindarios tan idílico, en el de ella tampoco, siempre hay el típico carca, amargado y demás. Pero si uno no intenta abrir las puertas, los demás las cierran.
Al final en una comunidad deberíamos intentar apoyarnos unos a otros, y dejar al lado los prejuicios que nos creamos sin conocer lo que puede haber en realidad.
Tienes vecinos? Les conoces?
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