Los sábados y domingos, saben diferente desde que te levantas, desde que tomas el café sin prisas, hasta el despertarse sin que suene la alarma del despertador. Me levanto y me pongo el pijama. Suena a incongruencia, pero me encanta los sábados con el pijama, andar con el puesto por casa es uno demás mayores placeres, y muy barato. Reconozco que hasta me encuentro sexi, y cómoda a la vez. Ya se que podría ponerme un chándal, pero la sensación no sería la misma.
No os vayáis a pensar que es el típico camisón, o un salto de cama, o cosas raras, es un pijama, camiseta y pantalón. Creo que si saliera a la calle con alguno de mis pijamas pensarían que voy en chándal, o simplemente más de uno no se percataria que voy en pijama.
Pues eso, que no he descubierto prenda más cómoda para estar por casa que esta. También da mucho juego, o nunca habéis estado tirados en el sofá y provocar al contrincante con una sonrisa y ese pijama ofrecer la mínima resistencia? Claro, aquí hablo con conocimiento de causa, y por mi experiencia, y por la forma de mirarme la parte contraria. De como se le iluminan los ojos al verme pasar en pijama, como se intuyen muchas de mis curvas sin enseñar nada de piel.... Será que la imaginación es muy poderosa. Ahora que cada uno imaginé como acaban esos sábados y domingos a los que me refiero.
Pues eso, cuando me regalan un pijama, siempre pienso en los fines de semana, donde voy a sacarle el mayor partido y donde más cómoda me voy a sentir con el. La mañana perfecta, mi taza de café y yo con mi pijama, sin prisa, sin horarios, sin reloj.......
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