Para que hablen bien de ti....

La muerte de Adolfo Suárez, es hoy la noticia estrella en todos los medios. Tienen copada la programación con diferentes imágenes de archivos, de entrevistas a excompañeros, amigos y demás... Y hoy cuando ya no está, es cuando más se habla de él. Todos coinciden en su buen hacer, en lo buen político que era, en lo conciliador de su persona y una gran cantidad de buenos calificativos.
Esto me hace reflexionar y pensar que en este país para que hablen bien de ti, te tienes que morir. Ya dice el refrán que nadie es profeta en su tierra. Es triste que alguien tenga que desaparecer para que empiecen a reconocer su trabajo o su labor.
Adolfo Suárez lleva mucho tiempo enfermo, perdón, llevaba, y en todo este tiempo nadie se ha parado a analizar su trayectoria, y menos reconocer su labor. Yo no puedo opinar mucho, pues soy un poco joven para haber vivido su época de transición e inicio de la democracia. De lo que opino alto y claro, es que chirría un poco que ahora todos los políticos, sin excepción de color o siglas, alaben su labor. Seamos serios señores y dejemos de dar jabón cuando uno se va. Es como si en vida, reconocerle lo que es de mérito propio, les colocarse en una situación incomoda. Lo digo desde mi más profunda ignorancia, y partiendo de la base que es solo mi opinión.
Prefiero que si algún día alguien tiene que decirme lo bien que he hecho algo, o lo agradecido que esta por mi forma de actuar, me lo diga a la cara y en vida. Después de que no esté, esos halagos o condolencias a la familia me parece un posturas barato.
Que triste que en este país para que hablen de ti, primero te tienes que morir.