jueves, 10 de abril de 2014

Un disfraz un tanto especial.

Ya no es carnavales, pero el otro día teniendo una conversación de tarde de café y revisando esa época, terminamos hablando de los disfraces más usados entre nosotros. La conclusión era fácil, ellos siempre terminaban alguna vez disfrazándose de mujeres, pero ese es otro tema. Nosotras sin embargo la variedad era amplia. Uno de los disfraces que todas llevamos en alguna ocasión era el de colegiala.
Que tendrá ese disfraz que tanto a mujeres como hombres nos evoca muchas cosas? Recuerdo una vez que me disfrace de una colegiala, camisa blanca, fallida de cuadros y dos coletas, sin buscarlo fue vestirme y transforme en una colegiala, un tanto picara, con dosis de timidez. En esa época trabajaba en un bar de copas y al servir las consumiciones no podía evitar jugar con mis coletas y mirarles con una sonrisa adolescente. Me lo pasé genial esa noche, y es de los días que más propinas conseguí. Tengo claro que el atuendo influyó.
A los hombres les encanta, que sus chicas en un momento dado usen ese traje para jugar, recrear una situación. No puedo hablar por ellos, pero creo que el sentido del morro se les dispara solo con pensarlo.
Siguiendo con lo que pude sentir aquel día, reconozco que sacó a la niña interior que todos tenemos y pocas veces dejamos salir. A veces nos escuderos en la edad para volvernos serios y aburridos y nos olvidadizos que la vida con un poco de divertimento se lleva mejor. Empiezo a pensar que tengo que desempolvar mi traje y ponérmelo alguna vez más, aunque no sea carnaval.


1 comentario:

  1. Dicen que todos llevamos un niño dentro, deberíamos sacarlo a paseo más amenudo. Fdo. Una admiradora.

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