Estamos en Semana Santa, días de procesiones, de nazarenos, capirotes, saetas y rezos. Debiera ser un momento de recogimiento, de fe, pero la fe en esta iglesia que supuestamente nos representa va en decaimiento cada vez más. Habrá gente que pise diferentes lugares y vea las procesiones. Seguramente más por curiosidad y por tradición que por creencia. Otros aprovecharán estos días festivos para viajar. Y la mayoría para descansar.
Son días que vienen como agua de mayo después de escasez de puentes y días no lectivos en el calendario, cada año nos quitan alguno. Cada uno dedicará a su mejor provecho, lo importante es disfrutarlos y si es en buena compañía mejor.
Se llama Semana Santa, y debiera ser semana de descanso. Ha perdido todo el significado de antaño. Y debemos dar las gracias a la falta de cordura que pone la iglesia en recordad lo que eran estos días. Semana Santa? Santa por que? Algunos lo sabrán y otros preferirán no recordarlo.
Lo importante es estar donde se quiere estar y con quien, sea en la procesión, en la playa o en casa.
Yo la voy a dedicar a desconectar del trabajo, aprovechar a poner a punto cosas pendientes y a disfrutar de las pequeñas cosas, como no madrugar, quedarme en cama hasta tarde y estar en compañía de los míos, dedicarle el tiempo que durante la semanas normales no puedo.
Es tiempo de procesiones, bueno la procesión la llevamos cada día uno por dentro y todo el año.
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