Y cuando llega la noche, necesito un momento a solas conmigo misma, un momento de reflexión con mi yo interior. Necesito analizar mi día, meditar, hacer crítica de mis actos y de mis pensamientos. Cuando llega la noche, tengo que deshacerme de los tacones, de la ropa, de la carga que llevan mis hombros y sentirme por fin ligera.
Hay veces, en que ese silencio me hace perder en un laberinto de momentos, instantes, caras y sensaciones, que no buscan llevarme a una salida, sino el disfrute del silencio y el de sentirme perdida y encontrada.
La nocion del tiempo no es primordial, en ese paseo por el laberinto puede levarme unos minutos, media hora o mas. Peeo ese viaje es hacia mi interior y es solo mio. Necesito hacerlo cada día y al fianl vuelo libre y sobrevuelo el laberinto desde lo alto, admirando su belleza de rincones sin salida. Admirando tambien el dibujo caprichoso que consigue hacer.
Es una busqueda dentro de uno, no como obligacion, sino como una liberación. Carga de pilas antes de dormir que en cuanto cierro los ojos me lleva a soñar y a mundos quebson solo mios y en los que encuentro parte de mi laberinto abiendo la salida a pesar de nunca haber estado alli físicamente.
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