Últimamente cada vez que leo el periódico, un gran personaje nos deja. Anteayer era García Marquez. Supongo que ponerme a hablar de él, poco podría añadir o decir que no se pueda leer ya en algún lugar.
Hace muchos años llegó a mis manos, El amor en tiempos de cólera, seguramente todos empezasteis por Crónica de una muerte anunciada. Pues bien a mi ese primer libres o que leí de el me cautivó, es uno de mis libros favoritos, y que he leído en más de una ocasión, después seguí con crónica de una muerte anunciada y Cien años de soledad. El último que leí fue, Memorias de mis putas tristes, que tampoco me decepcionó.
Cuando me enteré de su muerte, sólo pensé; poco a poco serán todos los grandes. En este caso no se va con las manos vacías, deja un legado rico en matices, palabras escritas que cada vez queden leídas, es un honor que se le hace al escritor.
Se fue, como nos tenemos que ir todos, pero ahí quedan sus libros, ahí queda su recuerdo.....se fue un grande y un grande siempre deja huella.
Supongo que ahora saldrán todos, políticos, compañeros de fatigas, conocidos... Todos contando alguna anécdota que vivieron o le contaron de él. Ahora se producirán un homenaje tras otro, reconociendo su labor literaria, su persona y demás.... Es así como lo hacemos, cuando uno se va es cuando salen oportunistas a contar las batallas.
Pues bien, en mi memoria queda la vez primera que leí un libro suyo, y en mi memoria quedarán sus palabras que por unos momentos hice mías, zambullido en las historias que el contaba y que yo vivía. Hoy empezaré a releer alguno de sus libros y volveré a soñar de nuevo con sus historias.
Se ha ido un grande de la literatura, pero también se ha ido una gran persona que nos ha sabido dejar algo más que simples palabras. Se ha ido el hombre pero queda la huella del genio. Se ha ido el ElGabo.
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