Todos hablamos de ser transparentes y al final todos estamos llenos de luces y sombras. Si te paras a pensar un poco en tu vida y rebobinar las diferentes situaciones y experiencias seguramente recuerdas más de una que te has callado y no has compartido con nadie. Habrá algún secreto que no has contado, que lo has aparcado en algún rincón de tu memoria y no lo has rescatado nunca.
Siempre, siempre hay algo que nos guardamos con recelo, por el motivo que sea, nos cuesta hablar de ello y evitamos plasmarlo verbalmente ante los demás.
Ciertas situaciones nos hacen sentir pudor vernos protagonistas de ellas, otras simplemente no las compartimos por miedo a que varíe la opinión que tiene de nosotros el interlocutor que tenemos enfrente. Y algunas no lo hacemos porque aun ni siquiera las tenemos analizado o asimilado, y es difícil hablar de algo que aún no hemos aceptado....
Así que aunque intentemos convencernos de que nadie guarda secretos, todos tenemos alguno, puede ser un robo de chicles en la tienda del barrio, una mentira a alguien que queríamos, una experiencia traumatica en la infancia o ya de mayores, una dolorosa situación, un amor inconfesable, gustos que ocultamos,.....siempre hay cosas que nos quedamos para nosotros mismos y no compartimos con nadie, pues airearlos implica enfrentarse a esos secretos.
Un día de estos tengo que hacer limpieza del cajón desastre que guardo en mi memoria y alguno de esos secretos debiyera de compartirlos, pues como todos guardo más de uno que no he contado.
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