Mi cuarto proposito es al final del día buscar tres cosas positivas del día, parece simple y al mismo tiempo es lo más complicado, ya que hay días que solo te vienen a la cabeza momentos no precisamente buenos.
No sé dónde leí, o escuché, que el positivismo conseguía que el estrés disminuyese y que viviesemos más tranquilos con mejor calidad. Lograr ese positivismo está en nosotros mismos, es actitud, manera de enfrentar las cosas. La capacidad de lo que en principio es un desastre, un momento malo, un cúmulo de desaciertos, puede dejar en nosotros algo bueno, ser capaces de encontrar la luz en la oscuridad.
Una manera de conseguirlo, es después de un día largo, donde lo único que deseamos es que termine, poder pararnos cinco minutos, y buscar tres cosas buenas que nos hayan pasado en este largo día. Tres cosas que designa manera nos han puesto una sonrisa, o que nos hagan ver que aunque la tormenta parece interminable, siempre se cuela un rayo de sol.
Hoy puede ser un buen día para hacer ese ejercicio, repasar el día,un día extraño, estresante, donde desde que me levanté solo deseaba que terminase. Primero el pedido no llega, sin contar ir al banco y no poder arreglar nada, más tarde llamarme mi compañera y tener que cubrirla en su turno. Tener que marchar a sustituir a n profe de patinaje en otro pueblo. Al final correr para todos lados, sin parar y mis planes cambiados, sentir el desasosiego de que no llego a tiempo a ningún lugar. Y aunque todo parece gris, siempre hay algo de color que nos arranque esa sonrisa que tan bien luce en nuestro rostro.
Pensando, pensando, mis tres cosas positivas hoy serían, la primera el después de un día largo, llegar a casa, tener una casa y un trabajo, que como están las cosas es un tesoro. La segunda, llamar a mi hermano para felicitarlo y decirme que voy a ser tía de gemel@s, que después de tantos intentos es el mejor de los regalos y una gran felicidad por ellos y para los demás al ver su sueño cumplido. Y el tercer, la llamada de una amiga que me hizo sentir especial, y que los amigos, aunque tengo pocos son los mejores.
Mi cuarto proposito es, al final del día hacer un repaso y ser capaz de apuntar tres cosas positivas y afrontar el sueño con una sonrisa y la vida también.
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