Con el tiempo, he aprendido, que hay guerras que no merecen la pena, ni gastar el tiempo. Y si no es un ataque claro y directo, prefiero hacer que no me entero. Es que no es lo mismo hacerse el tonto, que serlo, aunque mejor que me tomen por tonta y piensen que no doy más,a que sepan lo que pasa.
Hay momentos, que el ataque no es directo, pero las provocaciones son constantes y claras, hacia mi persona. Y como no quiero una guerra por tonterías, respondo con una sonrisa, y sin dejar en la evidencia que ciertas cosas me afectan más de lo que yo quisiera.
No sé, que gana la gente con culpar, atacar o hacerle la zancadilla a los demás. Que buscan o logran con tales ataques. Aveces pienso que es una manera de desahogarse de sus frustraciones. Y que mejor manera que ir en contra de los otros.
En parte pienso que soy más diana que otros, por mi falta de entrar al trapo. Y no lo hago, no por defecto de personalidad, o por miedo. Sino porque en el momento que empiezas con una guerra, tienes que estar preparado para asumirla y que algún disparo siempre nos puede dar, y herir más de lo que nos gustara. Y yo, por lo menos, herida, puedo ser peligrosa, y ser muy certera con mis disparos, por ello no quiero ir armada, y menos aún meterme en una batalla de la que no se como saldré, y que es innecesaria.
Si vas a disparar, atacar o plantearme la guerra, acierta bien, que no salga a la batalla por miniedades, y si saco el armamento, prepárate porrque el juego ha terminado y empieza una lucha dura y sin vuelta atras.
Si vas a disparar, atacar o plantearme la guerra, acierta bien, que no salga a la batalla por miniedades, y si saco el armamento, prepárate porrque el juego ha terminado y empieza una lucha dura y sin vuelta atras.
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